Luis Miguel, radiante y enamorado en concierto de Inglewood

El cantante mexicano se presentó en un incómodo The Forum, el cual no llenó en su totalidad

Inglewood, CA.-Esta vez, Luis Miguel se empeñó más que nunca en demostrar que, gordo o calvo, sigue siendo excepcional. Y lo más importante, que está feliz y muy enamorado.

Para evitar críticas sobre su imagen, que más bien parecen una falacia, vistió todo el tiempo de negro, primero con un impecable traje. Luego eliminó dudas; a pareció con una playera pegadita y para no desalinear su imagen, se puso un chaleco encima. Luis Miguel, de 44 años, no está ni más gordo ni más flaco que la imagen que ha dado en los últimos dos años.

Lo de enamorado, en él podría no ser una aseveración precisa, pero feliz sí que lo está. Lo ha venido demostrando desde el inicio de su gira en Las Vegas y el viernes por la noche en The Forum, no fue la excepción: le plantó un prolongado beso a su novia Kasia Sowinska, que el público lo celebró.

FOTOS: LUIS MIGUEL DE BESOS CON SU NOVIA

Luismi, El Sol de México, el cantante latinoamericano más importante, está acostumbrado a seducir y a dominar con su repertorio, esas maniobras no las ha perdido.

Con su música, hizo un recorrido de éxitos como “Tu solo tú”, “Suave”, y “Hoy el aire huele a ti” y cantó su nuevo tema “Deja Vu”; pero en esta ocasión se enfocó más en entonar los temas de su época de boleros – como “Sabor a mí” y “Sin ti”– y rancheras, y esto fue sin duda, lo mejor de la velada.

Cuando apareció el mariachi en escena, la audiencia se conmocionó en un estallido de júbilo con temas como “México en la piel”, La Vikina”, “El viajero” y “Cielito Lindo”.

Dejó satisfecho a un público que lo apapachó en The Forum, localizado en la ciudad de Inglewood, en un recinto que no resultó del todo agradable para una parte de la audiencia, porque no pudo apreciarlo a detalle.

En un concierto, sobre todo cuando se trata de un lugar grande como es el caso, la pantalla son de gran importancia porque es la manera en que, ubicado en cualquier espacio, se puede observar con mayor detalle al artista. Pero en este recinto, con todo y que cuenta con lo más avanzado en tecnología, la producción solo colocó una enorme pantalla de frente, lo que fue insuficiente para que el público de los laterales –que pagó $150-, pudieran verle la cara al “Sol”, porque las enormes bocinas que cuelgan desde el techo, fueron un estorbo. Eso, disminuye la euforia y así lo manifestaron algunos de los asistentes que para poder apreciar bien al cantante, tuvieron que moverse de lugar y luego por exigencia del personal de seguridad regresaron a sus asientos.

Pero además –del excesivo costo del estacionamiento $25 y $40- algo sucede con el recinto que –con capacidad para poco más de diez mil personas- , al menos de los artistas latinos que se han presentado, ninguno ha logrado llenar.

Ausente de esas incomodidades y cobijado del aplauso de sus fieles seguidores durante la casi hora y media de show, Luis Miguel se despidió y ya no quiso volver al escenario a pesar de la insistencia apabullante de “otra, otra”.

Lucero.amador@laopinion.com

En esta nota

LuisMiguel
Contenido Patrocinado
Enlaces patrocinados por Outbrain