Aumenta la diabetes tipo 1 en los niños hispanos
No hallan la forma de prevenir este mal que puede ser muy peligroso
Nueva York – Noviembre es el Mes Nacional de Concientización sobre la Diabetes, y es mucho lo que se habla sobre la diabetes tipo 2, la más común y creciente entre los latinos en EEUU.
Sin embargo, en los últimos años se ha registrado un aumento alarmante en el número de casos de diabetes tipo 1 entre los hispanos.
Según estudios médicos, se estima que en los próximos 50 años el número de latinos con diabetes tipo 1 se duplicará. Es decir, una de cada tres personas viviendo con la enfermedad en EE.UU. será hispana. Muchos de ellos niños.
Según una investigación de los Institutos Nacionales de Salud de EEUU (NIH), realizada entre 2001 y 2009, se registró un aumento del 21.1% de diabetes tipo 1 entre infantes mayores de cinco años, de ambos sexos y de todos los grupos étnicos, incluyendo los hispanos.
“Este estudio tomó en cuenta la raza, la etnicidad y la demografía, y demostró un incremento de la diabetes tipo 1, especialmente entre los hispanos, que presentaron el mayor incremento en las tasas de la enfermedad”, dijo la doctora Jessica Dunne, directora de Investigación de JDRF, una organización global que se dedica al estudio de esta peligrosa enfermedad.
Según indicó la especialista, actualmente 1.35 niños hispanos entre cada 1000 tienen diabetes tipo 1, y se está proyectando que en los próximos 40 años habrá un aumento de 6.64 por cada 1000 niños.
Lo más preocupante es que, a diferencia de la diabetes tipo 2, con la tipo 1 se desconocen las causas que la producen y, por lo tanto, no es posible prevenirla.
Se cree que su desarrollo se debe a una combinación de factores genéticos y ambientales, pero esto no se ha confirmado.
“Actualmente no existe nada para prevenir la diabetes tipo 1, pero se están haciendo investigaciones para tratar de entender por qué de desarrolla la enfermedad, y qué se puede hacer para prevenirla”, explicó Dunne.
“La diabetes tipo 2 está asociada con el sobre peso corporal y, como se ha dado un incremento de la obesidad en EE.UU., hemos visto también un aumento de la diabetes tipo 2. También hemos visto una subida de la diabetes tipo 1, pero que no está asociada al aumento de la obesidad”, agregó
A diferencia de la diabetes tipo 2, que se puede controlar, e incluso prevenir, con una dieta saludable y un programa de ejercicios, la diabetes tipo 1 es difícil de tratar y manejar, lo que la hace más peligrosa por las complicaciones que puede producir.
Las personas que sufren esta enfermedad viven el resto de sus vidas dependiendo de monitores de glucosa en la sangre e inyecciones diarias de insulina.
Aunque no es posible pronosticar quién va a sufrir diabetes tipo 1, la doctora Dunne aconsejó a los padres que si hay algún miembro de la familia que ya la tiene, que se les hagan pruebas médicas a sus hijos.
“Aparte de la historia familiar, los síntomas de la diabetes tipo 1 incluyen fatiga, orinar frecuente y sed constantes, entre otros. Muchos padres confunden esto con síntomas del flu, pero si un padre tiene dudas, un pediatra puede hacer un diagnóstico definitivo”, sugirió.
Según Dunne, un diagnostico temprano ayuda a prevenir complicaciones como una drástica caída de los niveles de azúcar que puede dejar al paciente en coma y causarle la muerte.
En la diabetes tipo 1 (antiguamente denominada diabetes insulino-dependiente o diabetes juvenil), es el propio sistema inmune del paciente que, por error, ataca y destruye las células beta del páncreas, productoras de insulina. Por eso, se considera como una enfermedad autoinmune. Los pacientes necesitan inyectarse insulina para poder mantener los niveles de azúcar dentro de parámetros normales.
En la diabetes tipo 2 (antes denominada diabetes de adulto, pero que afecta también a niños y adolescentes), las células del organismo no reaccionan adecuadamente a la insulina producida por el páncreas: es lo que se conoce como resistencia a la insulina. En esta situación, el páncreas fabrica insulina adicional para lograr mantener los niveles de azúcar dentro de lo normal.
*3 millones de personas en EEUU viven con diabetes tipo 1. Cada año cerca de 150,00 niños son diagnosticados con la enfermedad.