Una madre desapareció junto con estudiantes en Cocula (videos)
Un segundo testimonio confirma que sí hubo secuestro masivo en Cocula
COCULA, México – Los Estrada eran una familia unida de padre, madre y dos niños de uno y tres años que, a pesar de la pobreza, tenían planes de educar con esmero echándole ganas a su trabajo, pero el 17 de julio de 2014 un comando se llevó a la mujer, junto con varios estudiantes, cuando vendía dulces en el Zócalo de esta población del norte de Guerrero.
La historia narrada por Edgar, el padre solitario que hoy medio come mendigando con dos pequeños a cuestas, es el segundo testimonio que describe cómo fue la desaparición masiva de alumnos de secundaria apenas unos días antes de que policías de este municipio y del vecino Iguala se llevaran a otros 43 estudiantes de Ayotzinapa.
La familia iba de aquí para allá como vendedores ambulante de dulces en algunos los municipios del norte de Guerrero: de Iguala a Huitzuco, de Tepecoacuilco a Cocula, donde el día del rapto Edgar dejó a su mujer en la explanada del Zócalo mientras él intentaba vender en otras calles. Jamás la volvería a ver. “Gracias a Dios me llevé a los niños”, reza el padre mirando al cielo.
Dulce Karina Estevez, su esposa de 18 años, se quedó ahí porque calculó que había muchos clientes potenciales.
Eran alumnos de la Secundaria Técnica “Mi Patria es Primero” que acordaron un punto de reunión para después caminar en grupo hacia un evento de la escuela que se encuentra en la colonia San Vicente, lejos de ahí, corroboró “Rosa”, la testigo que destapó por primera vez esta desaparición al canal France24.
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El director de la secundaria Técnica, Felipe de Jesús Rebolledo, dijo en entrevista que días después “se comentaba que hubo desaparecidos algunos estudiantes de tercer grado”, pero como en julio pasado ya estaban en fin de curso y ya no pudo corroborarse. “Aquí ya no tenían que inscribirse porque iban para preparatoria”.
Cuando Edgar regresó para recoger a su mujer, otro comerciante le contó lo ocurrido. “Estaba blanco” del horror porque apenas había escapado de la redada clandestina de hombres encapuchados armados.
– Qué crees, qué crees- comentó a Edgar-. ¿Es tu esposa, la chaparrita, la morenita, la que tenía un pantalón de mezclilla?
– Sí.
– Lo que pasa es que estaban ahí los estudiantes y llegaron unas camionetas blancas y se la llevaron también. Nosotros (los vendedores) corrimos con otros estudiantes que estaban en la otra acera, pero a otros se los llevaron.
– ¿Cómo sabes que eran estudiantes?
– Es que estaban uniformados y hasta mochilas tiradas dejaron… y se llevaron a tu esposa con todo y caja de dulces.
Edgar se quedó petrificado, con los dos niños de la mano no sabía si esperar o huir. “Tomé el primer camión que encontré y me encerré en el cuarto que rentábamos a llorar porque no pude buscar a mi esposa, no tenía dinero y sí mucho miedo”.
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A los dos días quiso denunciar, fue al ministerio público y le dijeron que tenía que esperar 72 horas y luego lo mandaron a la Procuraduría del Menor de Iguala, donde amenazaron con quitarle a los niños si hablaba. “Me quedé callado por eso, pero ahora mis niños tienen hambre, necesito ayuda, soy padre soltero y no es por gusto”
El síndico procurador de Cocula, Guerrero, Óscar Chávez, dijo que el municipio es blanco de una “campaña” de desprestigio luego de escuchar sobre los testimonios que señalan a la entidad como escenario de desapariciones masivas; la última, el pasado 17 de julio.
“No ocurrió”, dijo.
En conferencia telefónica reiteró que lo que ocurre en Cocula es un asunto que a las autoridades locales “no interesan” porque se trata de conflictos entre bandas del crimen organizado “ajenas a la entidad” a pesar de que sus policías fueron detenidos por la desaparición de los 43 estudiantes de Ayotzinapa.
“Todos los que desaparecen aquí es porque se han relacionado con los narcotraficantes”, acusó.