Editorial: El ejemplo de José Mujica

El líder uruguayo destacó tanto por su política como por su estilo humilde

@LaOpinionLA

ENGLISH VERSION

El presidente de Uruguay, José Mujica, es uno de los personajes importantes de Latinoamérica. Su país, pese a ser pequeño en habitantes y geografía, es un gigante de la democracia capaz de producir un líder que no se marea en el poder, permaneciendo fiel a esa persona que eligió su pueblo.

Para algunos sectores de la oposición, el estilo desaliñado de Mujica “ha debilitado a la sociedad. Los uruguayos no tienen reelección, pero su sentir sobre el gobierno de izquierda no es tan malo ya que votaron por el candidato oficialista Tabaré Vásquez.

En realidad la presidencia de Mujica ha sido positiva a pesar de resistirse a la corbata y de rechazar las formalidades del poder al preferir su casa humilde y conducir su auto viejo en vez de mudarse a una mansión y tener chóferes a su disposición. Incluso, el 90% de su salario es donado a beneficencia.

Mujica, electo en 2009, encabeza un gobierno de izquierda distinto a sus similares latinoamericanos. Él no necesita la confrontación permanente con Estados Unidos, no necesita un enemigo para justificar su presencia como su política. Es más, la relación con la administración Obama no puede ser mejor después de recibir como refugiados a detenidos en Guantánamo.

El presidente guarda la crítica para la filosofía del mercado, pero eso no le ha impedido obtener un crecimiento promedio de 5.5% en los últimos cuatro años. Según la CEPAL, Uruguay experimentó un aumento del 8% en el primer semestre de 2013; ese mismo año la revista The Economist eligió a Uruguay como “País del año”.

Los logros de Mujica son varios, sus acciones para hacer frente a los desafíos son intrépidas como la legalización de la marihuana. Empero, es su persona la que sobresale en una época de presidentes con ambiciones ilimitadas de poder y fortuna.

Mujica nunca aspiró a cambiar las reglas del juego para una reelección. Nunca se vio indispensable como un salvador de la patria. Estuvo 15 año preso por creer en una utopía armada, sin embargo, al igual que Nelson Mandela, gobernó sin resentimiento.

El próximo marzo dejará la presidencia uruguaya, pero su imagen de integridad será recordada cada vez que un primer mandatario se crea más importante que el pueblo que lo eligió.


Lee también:

Editorial: Fin de la guerra, pero…

Editorial: Hollywood se autocensura

Editorial: La liberación de Obama

Editorial: Buen momento para la apertura con Cuba


En esta nota

Guantanamo JoseMujica marihuana Uruguay
Contenido Patrocinado
Enlaces patrocinados por Outbrain