Así se conmemora el Miércoles de Ceniza en Los Ángeles (fotos)

@MarveliaAlpizar

Aunque Gerardo Zamora se encuentra de visita en Los Ángeles, no dejó de acercarse a la iglesia de la Placita Olvera para conmemorar el inicio de la Cuaresma.

“Yo soy muy católico y siempre voy a misa, especialmente hoy, que es el día de la celebración de la Cuaresma”, dijo Zamora, quien vive ahora en El Paso, Texas, pero creció en Bell Gardens y South Gate. “Es muy importante recibir las cenizas para que se profundice nuestra fe como cuerpo místico de Cristo y el Señor nos libre de todas las tentaciones del mundo”, añadió.

Como todos los años, angelinos católicos de Los Ángeles se acercaron hasta la Iglesia de Nuestra Señora Reina de Los Ángeles, en la Placita Olvera, para conmemorar el inicio de la Cuaresma, con la imposición de la cruz de ceniza en la frente. Durante la temporada previa a la Semana Santa, los fieles recuerdan los cuarenta días que estuvo el hijo de Dios en el desierto, luchando contra las tentaciones.

“Es una renovación para los católicos y es algo que no podemos dejar pasar porque es muy sagrado para nosotros”, dijo Margarita San Vicente, a la salida de la misa de las 11 de la mañana.

La Cuaresma es también una época que aprovechan las personas para abstenerse de algo que les gusta, como dejar de comer chocolates, carne, sodas o dejar algún mal hábito como el cigarrillo.

“Uno de mis hermanos prometió dejar de fumar durante la Cuaresma porque nos decía que para él era fácil dejarlo”, dijo Felicitas López, resaltando que su hermano se fumaba más de una cajetilla al día. “Después que pasó la Cuaresma, un amigo le ofreció un cigarrillo y él le contestó, ‘no, ya no fumo’. Le sirvió para su salud”, añadió.

Algunos, como Josefina Chávez, decidieron cambiar su estilo de vida.

“Mi meta es hacer ejercicio y dedicarme a comer nopalitos, chiles rellenos, verduras”, dijo Chávez. “Desde hoy comencé a hacer ejercicios y ahora más tarde me voy a correr al parque, porque tenía tres meses que no iba”.

Teresa Cernas señaló que todos deberían portarse bien y no hablar mal de la gente.

“Si nos ponemos a pensar bien, comer carne en cuaresma lo podemos comparar con hablar mal de nuestro prójimo”, dijo Cernas. “Tenemos que decirnos, ‘no voy a hablar mal de mi prójimo, tenemos que abstenernos de eso’”, añadió Cerna.