Cómo la Acción Diferida cambió la vida de una joven soñadora
DACA le ha dado la oportunidad a esta joven de tener experiencia y capacitarse más en su profesión como arquitecta
Hace casi dos años y medio que la Acción Diferida para los Llegados en la Infancia (DACA) le dio a María Gómez un pase para transformar su vida.
“Por primera vez me pude dar el lujo de tener un trabajo fijo en mi profesión como arquitecta”, dice con gran ímpetu esta joven de 30 años, nacida en Jalisco México, y quien vive en Inglewood.
La semana pasada, su historia emocionó hasta las lágrimas a los asistentes al lanzamiento del programa Un Paso al Frente puesto en marcha por el alcalde Eric Garcetti para apoyar a los inmigrantes que califican para los alivios migratorios.
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María Gómez fue traída por sus padres mexicanos a Los Ángeles cuando tenía ocho años de edad. Como muchos niños inmigrantes, con infinidad de sacrificios, se graduó en la carrera de Sociología. Hizo además una maestría en arquitectura en UCLA. Pero debido a que no era una residente legal tuvo que desempeñar todo tipo de trabajos informales, aún ya graduada. “Trabajé como tutora, en la limpieza de casas, de niñera, y en todo lo que me salía”, recuerda. Su padre Jorge Gómez la ayudaba en lo que podía pero con su trabajo de mesero, y cuatro hijos menores más que alimentar, era difícil.
“Así que cuando el 8 de octubre de 2012, me dieron mi permiso para trabajar a través de DACA fue como si me dieran luz verde para buscar un empleo en mi profesión”, dice emocionada.
María Gómez consiguió trabajo de tiempo completo con la compañía de arquitectos Barrio Planners Inc. del Este de Los Ángeles. “Tener DACA con todos sus beneficios, un permiso de trabajo, un seguro social, y una licencia de manejo, me cambió la forma como funciono. Ya no vivo preocupada, con miedo. Tengo todo más claro, me siento más tranquila, y estoy enfocada 100 por ciento en destacarme en mi profesión”, asegura.
“Mi mayor interés está en la arquitectura que crea edificios que son eficientes desde el punto de vista ecológico, en los que la gente se sienta bien de vivir”, explica.
Uno de los momentos que más recuerda con felicidad fue cuando ayudó a su padre a comprarse un auto. “Él tenía el mismo carro Montecarlo de los años sesenta que adquirió cuando llegó. No había podido cambiarlo. Estoy muy contenta de haberlo apoyado, de ayudar en mi casa, y ser independiente”, cuenta María quien se prepara para pasar los ocho exámenes que le darán su licencia como arquitecta.
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LO: ¿Qué le dirías a quienes bloquearon la ampliación de DACA?
MG: Que no se limiten a pensar en los estereotipos y cosas negativas. Y si no se conmueven con el trabajo duro de los inmigrantes, tengan la visión para ver que con estos programas se mejora la economía, se ponen los talentos a trabajar y se trae dignidad a toda a las comunidades y al país.