Lexus LF-SA debutó mundialmente en el Auto Show de Ginebra
Un concepto audaz y futurista que sin embargo no sería de conducción autónoma
El año pasado se cumplieron 25 años del primer Lexus, el sedán insignia LS 400. Para celebrar este hito, Lexus desafió a su estudio de diseño con sede en Europa, a crear un concepto de un subsegmento B ultra-compacto, urbano 2 + 2.
Un ejemplo de la pasión de Lexus para las próximas tendencias de diseño, el LF-SA explora territorios inesperados para la marca en una ejecución audaz y emocional.
En un futuro cada vez más influenciado por la tecnología y las experiencias virtuales, el concepto LF-SA es también un vehículo orientado al conductor, lo que refleja la visión de Lexus que la experiencia de conducción real seguirá siendo el máximo lujo.
Su estilo es robusto y seguro, y el concepto LF-SA explora un futuro en el que los conductores de Lexus todavía podrán disfrutar del lujo de conducir ellos mismos, con lo último en conectividad y seguridad a bordo.
Los diseñadores de Lexus lograron que el nuevo concepto de Lexus LF-SA tenga 135.8 pulgadas de largo, 66.9 pulgadas de ancho y 56.3 centímetros de altura, un embalaje compacto que apunta a la maniobrabilidad y agilidad esencial para un verdadero vehículo de ciudad.
Su patrón angular se irradia desde el logo central de Lexus, esta última expresión de la parrilla en forma de huso se desarrolla a partir de un gráfico de dos dimensiones a tres, influyendo fuertemente en el guardabarros delantero y lateral de la carrocería y el refuerzo de postura amplia del concepto.
El contraste entre superficies cóncavas y convexas de la carrocería se acentúa por la poderosa subvaloración por encima de los pasos de la rueda, sobre todo en la parte trasera, con lo que adquiere una proporción única de diseño y le da un fuerte sentido de dinamismo y movimiento hacia adelante.
A pesar de sus dimensiones exteriores muy compactas, el concepto LF-SA cuenta con un interior muy amplio. La clave de esta sensación de amplitud es la manipulación de la ligereza, evidente de los diseñadores, por ejemplo, en el diseño del salpicadero de barrido que refuerza la anchura de la cabina.
Con la ocupación típica en vehículos de la ciudad la mayoría de las veces, el diseño de la cabina 2 + 2 prioriza claramente al conductor.
El deslizamiento del asiento del pasajero delantero le da acceso a un alojamiento trasero. Esta dualidad de funciones que otorga preferencia al conductor se ve reforzada por un diseño interior que usa el espacio, los materiales y el volumen para crear la superposición de dos zonas claramente discernibles, elípticas dentro de la cabina.
El sistema de información incluye una pantalla digital de estilo holograma incorporado en el panel de instrumentos y un gran angular Head-Up-Display. La automotriz japonesa no tiene pensada una fecha para la venta de este vehículo.