Cuando el abuso se da en la casa

@aracelimartinez

Esthela Ocampo es una inmigrante indocumentada de 66 años que vive con el ‘Jesús en la boca’ por no saber si cuando llegue a su casa, se va a encontrar con sus pertenencias en la calle.

“Mi hija me dijo que ella y su compañero ya no quieren que viva en su casa. Me dice que me vaya, que me va a sacar mis cosas”, narra Ocampo mientras lucha porque la voz no se le rompa por el llanto.

Esthela sólo tiene una hija de 29 años. Fue ella quien la invitó a vivir a su casa hace 2 años. “Yo vivía en Long Beach, trabajaba en una compañía de limpieza de casas, pero me accidenté, y cuando mi hija supo que iba a recibir una compensación por 50,000 dólares, me dijo que me fuera a vivir con ella”, recuerda.

Ya instalada, la muchacha le pidió dinero prestado para pagar una enorme deuda. La madre cubrió esa deuda y le siguió prestando, dice, hasta que se quedó sin un dólar. “Fue entonces cuando mi hija y su compañero empezaron a tratarme mal, y a correrme”, dice Ocampo.

“No sé qué hacer no tengo a nadie”, cuenta entristecida. Ocampo saca dinero para comer, con la recolección de botes y botellas de plástico que luego va y vende.

Patricia Guerrero, fundadora del Club de Oro, un grupo dedicado a ancianos latinos en el este de Los Ángeles, dice sin temor a equivocarse que de cada 10 ancianos, cinco o seis son abusados. “Los principales abusadores son los hijos, seguido por los cuidadores, y a veces hasta los proveedores médicos los maltratan”, sostiene.

Un sufrimiento en silencio

El principal modo de abuso es quitarles su dinero. “Recuerdo a un señor a quien no le llegó en meses su cheque del Seguro Social y cuando fue a las oficinas a averiguar, se encontró con que el hijo los había cobrado sin decirle nada”, relató.

Relató otro caso de un anciano, a quien su hijo le rentaba un cuarto en el patio de su casa. “No lo veía en meses, ni se acordaba de él, pero eso sí, cada mes, por debajo de la puerta le deslizaba un aviso, en el que decía, ‘deja el checa de tu renta’. ¡Increíble!”, comentó.

Uno de cada diez estadounidenses mayores de 60 años, son víctimas cada año de algún tipo de abuso con frecuencia por parte de los cuidadores, se dio a conocer en la Conferencia Anual Científica de la Sociedad Americana de Gerontología celebrada en noviembre pasado. Lo grave es que el abuso en sus modalidades psicológico, físico, sexual y financiero muchas veces está escondido en la sociedad y es un problema creciente, dijeron los expertos de la Conferencia Anual Científica de la Sociedad Americana de Gerontología celebrada en noviembre pasado en Washington, D.C. Por cada caso que se hace público, otros 23 no lo hacen.

Campaña contra el abuso

El año pasado en Los Ángeles, la fiscal del condado Jackey Lacey, cuya madre de 77 años fue víctima de estafa telefónica, lanzó una campaña para educar a los adultos mayores en la prevención de fraude. El esfuerzo consistió en visitas a centros comunitarios y asilos de ancianos, el lanzamiento de un anuncio, así como mandar información impresa a quienes no pueden salir de sus casas

Por desgracia, hay pocas opciones para quienes sufren en silencio el maltrato y abuso de parte de familiares como le pasa a Esther Ocampo.

Consejos para prevenir el abuso financiero a ancianos

– No envíe dinero a desconocidos

– No proporcione su número de cuenta bancaria o de seguro social en llamadas por teléfono

– Si algo le parece extraño, cuelgue el teléfono y llame a la Policía

Fuente: Fiscal del condado de Los Ángeles

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