El AWD se acomoda “bajo cero”

El Sistema de tracción gana adeptos en Norteamérica en medio de fuerte invierno

El Chrysler 300 2015 es uno de los 17 modelos del grupo Fiat Chrysler Automobile (FCA) que puede estar equipado con tracción a las cuatro ruedas del total de 26 modelos del fabricante.

El Chrysler 300 2015 es uno de los 17 modelos del grupo Fiat Chrysler Automobile (FCA) que puede estar equipado con tracción a las cuatro ruedas del total de 26 modelos del fabricante. Crédito: EFE / Julio César Rivas

Montreal (Canadá).- En medio de un invierno brutal en Norteamérica, con nevadas históricas en partes de Estados Unidos y Canadá, la popularidad de los sistemas de tracción total está al alza y fabricantes como Fiat Chrysler Automobile (FCA) están aprovechando el tirón.

Entre 2009 y 2013, las ventas en Estados Unidos de automóviles dotados con sistemas de tracción a las cuatro ruedas (AWD por sus siglas en inglés) se dispararon un 79%, según datos de la firma de estudios del sector IHS Automotive.

Y en 2013, las ventas de vehículos equipados con AWD supusieron un 23 % de todas los automóviles vendidos en Estados Unidos, cuatro puntos porcentuales más que en el año anterior.

En Canadá, las cifras cuentan una historia similar de creciente interés de los conductores por los vehículos con tracción total. En 2014, el 48 % de todos los vehículos nuevos vendidos estaban dotados con tracción a las cuatro ruedas, 11 puntos más que en 2010.

El abaratamiento de los sistemas que permiten la tracción total y el desarrollo de tecnologías que mejoran su funcionamiento, a la vez que reducen su impacto en el consumo de combustible, son algunas de las razones por las que el AWD y el 4WD, es cada vez más popular.

Aunque en el pasado las diferencias entre ambos eran más acusadas, la distinción cada vez es más diluida.

Tradicionalmente, los sistemas 4WD son los que el conductor puede seleccionar manualmente entre la tracción a dos o cuatro ruedas y en los que la distribución de potencia entre ejes es fija.

En los sistemas AWD, la potencia se distribuye automáticamente a los ejes y ruedas dependiendo de las condiciones de la carretera. En los más modernos AWD “a demanda”, la potencia del motor del vehículo sólo distribuye a los dos ejes cuando detecta que es necesario.

Si hasta hace unos años las siglas AWD sólo se relacionaban con marcas como Subaru, Jeep o Audi, ahora todos los fabricantes de automóviles ofrecen la tracción total en algunos de sus modelos.

En el caso del grupo Fiat Chrysler Automobile (FCA) en Norteamérica, el antiguo Grupo Chrysler formado por las marcas Chrysler, Jeep, Dodge y Ram, cada vez tienen más importancia en sus ventas mensuales.

Para Dodge, las ventas de AWD suponen el 30 % del total del modelo Charger, 65 % del modelo Durango y 35 % del Journey. Para Chrysler, el 12 % de las ventas del modelo 200 son AWD, cifra que sube hasta el 32 % para el modelo 300.

En el caso de Jeep y Ram, las ventas de AWD son incluso superiores. Todas las del modelo Jeep Wrangler son 4WD mientras que la media del resto de modelos de Jeep es del 70 %. En el caso de Ram, fabricante de camionetas “pickup”, el 80 % de las ventas son vehículos con AWD.

Rich Silbert, ingeniero de sistemas de propulsión de FCA en Estados Unidos, explicó a Efe que no es extraño el aumento de las ventas de AWD en Norteamérica porque “los sistemas de tracción total pueden proporcionar confianza y aumentar la sensación de seguridad“.

Para demostrar la capacidad de los actuales sistemas de tracción total, FCA facilitó la utilización de varios de sus modelos dotados con AWD y 4WD en condiciones de extremo frío, por debajo de los 30 grados centígrados bajo cero, en una pista de carreras helada y nevada a las afueras de Montreal.

Sobre la superficie helada del circuito iCar, en las afueras de Montreal, donde en el verano se disputan competiciones de las series Nascar e Indy, entre otras, la capacidad de los sistemas AWD es rápidamente evidente, especialmente con la ayuda de tecnologías como el control electrónico de tracción y estabilidad.

Sin estos dos sistemas, incluso los vehículos de tracción total son difíciles de controlar sobre el hielo y la nieve, especialmente en los vehículos más potentes.

El desafío para los ingenieros es crear una tracción a las cuatro ruedas más eficiente, según Silbert.

“Tenemos que utilizar algunas de las tecnologías emergentes, como las que reducen la fricción. La idea es evitar pérdidas parasitarias donde no son necesarias, tener tiempos de respuesta más rápidos, pero también que las transiciones de distribución de potencia sean mejores para que el conductor nunca se sienta inestable“, dijo.

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