Información del público llevó a la captura del exagente del LAPD

“Está viviendo en la colonia El Mezquital con sus primos y tíos”.
Esa fue la pista que siguieron los detectives durante el fin de semana para capturar a Henry Solís, el expolicía de Los Ángeles acusado de matar a un joven de Pomona durante una trifulca de cantina hace más de dos meses.
Henry Solís fue detenido el martes alrededor de las 2:00 p.m. en esa misma colonia de Ciudad Juárez, Chihuahua, donde estaba viviendo con familiares paternos.
Gracias a la recompensa de $25,000 dólares que ofreció la Oficina Federal de Investigaciones (FBI) los detectives obtuvieron múltiples pistas, entre ellas la ubicación de Solís en El Mezquital.

David Bowdich, director del FBI en Los Ángeles, indicó que la captura de Solís fue también gracias a la colaboración con las autoridades mexicanas, quienes realizaron el arresto.
El FBI indicó que está evaluando la información obtenida de quienes ofrecieron pistas para determinar el pago de la recompensa.
Solís fue arrestado en México por violar las leyes de inmigración y al ser deportado, el mismo martes por la noche, fue entregado al FBI en la frontera de El Paso, Texas, donde se encuentra encarcelado y en espera a que sea extraditado a Los Ángeles para enfrentar un juicio por asesinato.
Henry Solís, de 27 años de edad, era un agente novato del LAPD que la noche del 13 de marzo se encontraba en un bar de Pomona y tuvo un altercado con Salomé Rodríguez, de 23.
Luego de un pleito a puñetazos, Solís se habría dirigido a su auto en busca de su pistola y cuando Rodríguez salió del bar lo persiguió para dispararle en múltiples ocasiones.
El cuerpo de Rodríguez presentaba cinco impactos de bala.
De acuerdo con la acusación formal en contra de Solís, ese mismo día del asesinato el expolicía habría reconocido su delito ante algunos de sus familiares y que le pidió ayuda a su papá para escapar del país.
Víctor Solís habría llevado a su hijo hijo hasta la frontera de El Paso, Texas, por lo que más tarde fue arrestado.