Los migrantes que cruzan la puerta del cielo

Edgar Muñoz escribe el blog "La Huella"

Esteban en La Sierra Gorda.

Esteban en La Sierra Gorda. Crédito: Edgar Muñoz | Edgar Muñoz

La belleza natural de la Sierra Gorda es monumental. Las puntas de las grandes montañas enclavadas en la Sierrra Madre de Querétaro, en México, son abrazadas por las nubes, uno de los caminos, a la altura de Pinal de Amoles, fue bautizado como “La Puerta del Cielo”, porque desde ahí se siente el espíritu de que se está en la eternidad, cuando el mar de niebla cubre la profundidad de la barranca.

Uno de los caminos de la Sierra Gorda, a la altura de Pinal de Amoles, fue bautizado como “La Puerta del Cielo”.
Uno de los caminos de la Sierra Gorda, a la altura de Pinal de Amoles, fue bautizado como “La Puerta del Cielo”.

En medio de estos hermosos valles las condiciones de pobreza son su contraste. En la zona central de Querétaro están los municipios de Cadereyta, San Joaquín y Ocotitlán, es la región conocida como el semidesierto queretano, donde hay población otomí o ñañho. Su gente coloca sus chozas en una topografía muy accidentada, sobre rocas filosas y caminos agrestres.

En esta región conocí a varias familias, que cocinan con leña y caminan largos tramos para cortar la madera, no tienen agua entubada, ni drenaje y algunas de las casas no tienen ni luz.

En el Rancho de San Bartolo platiqué con Esteban Ramírez, un hombre recién salido de la cama porque le duelen sus articulaciones de las manos a sus 70 años de edad. Don Esteban junto con su esposa Cruz, viven solos porque sus hijas se fueron de emigrantes a Estados Unidos para no vivir en la pobreza de sus padres.

La economía en esta parte de la Sierra Gorda es de alta marginación, en promedio una familia puede ganar 200 pesos semanales, es decir, 13 dólares por semana. Don Esteban vive de una yunta de bueyes, un poquito de ganado y cultivo de maíz. Pero no le sobra nada para vender, es apenas para su autoconsumo, que tampoco le alcanza.

Don Esteban Ramírez junto con su esposa Cruz, viven solos porque sus hijas se fueron de emigrantes a Estados Unidos para no vivir en la pobreza de sus padres.
Don Esteban Ramírez junto con su esposa Cruz, viven solos porque sus hijas se fueron de emigrantes a Estados Unidos para no vivir en la pobreza de sus padres.

Don Esteban y su esposa Cruz viven del poquito dinero que le mandan sus hijos de Estados Unidos. Los migrantes de La Sierra Gorda se van a La Florida, Texas y California en búsqueda del sueño americano. Y los que huyen de la región, lo hacen antes de cumplir los 20 años de edad.

Muy aparte de los indicadores económicos, que siempre hablan de superación de la pobreza, es muy claro entender porque la gente que vive en un ambiente hostil y de marginación, que ha decir de algunos pobladores, en el pasado era peor, busquen a toda costa salir de La Sierra Gorda a pesar de que ahí se ubique el gran espectáculo de La Puerta del Cielo.

edgarmunoz.com
edgar.munoz@nbcuni.com

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