¡Aún con nosotros! Las leyendas musicales que siguen dando de qué hablar
La muerte de Joan Sebastian nos hace recordar a cinco legendarios artistas con delicados estados de salud
Se fue “El Poeta del Pueblo” tras 16 años de luchar contra el cáncer.
Al igual que Joan Sebastian, existen varios cantantes legendarios que luchan por mejorar o tener una buena salud.
Su paisano, y amigo, Vicente Fernández, ha estado en una situación difícil por problemas de salud. Aunque “El Charro de Huentitán” anunció su retiro de los escenarios en 2012, asegurando que quería hacerlo para estar más tiempo con su familia y antes de tener que hacerlo por una enfermedad, lo cierto es que no ha gozado de una salud plena desde entonces. Primero, hace 13 años, fue diagnosticado con un cáncer de prostata, del cual salió victorioso tras una operación. Después, en 2013 fue operado de emergencia por una trombosis pulmonar.
“Ya me he librado de peores. ¡Así que hay Vicente para rato! Agradezco al público y a los medios de comunicación que siempre se preocupan por mí. Sé que voy a estar bien, pero con todas sus oraciones voy a estar mejor”, dijo en un comunicado.
Y a principios de este año, en marzo, regresó nuevamente al quirófano de emergencia por una hernia ventral. Y es que a sus 75 años y con una impresionante trayectoria de conciertos y éxitos, cualquier complicación médica alarma al público.
Otro de los grandes ídolos de México ha sufrido varios sustos. El más grande fue en 2014 cuando Juan Gabriel fue llevado de emergencia a un hospital en Las Vegas, en el que permaneció por más de un mes debido a una neumonía. Esto llevó al cantautor de 65 años a cancelar su gira de conciertos y, tras los rumores de un supuesto cáncer en abril, esa información extraoficial agarró más fuerza y no faltó el que aseguraba que estaba muy grave. Y tras un reingreso al mismo centro médico, él mismo explicó lo sucedido y hasta publicó un interesante video en el que se entrevistaba asimismo.
“Nada para alarmarse, solamente un pequeño chequeo, todos quieren que yo esté bien, y yo les respondo que todo está bien, que yo estoy bien”, dijo el año pasado.
Pero últimamente “El Divo de Juárez” ha vuelto a llamar la atención debido a que tiene que usar tanques de oxígeno para seguir cantando en sus presentaciones, donde no solo canta sino que baila intensamente, brinca y se dirige a su público, durante cuatro horas. El cantautor michoacano sufre de diabetes y presión alta, y de un notorio sobrepeso, sobre todo en el área del abdomen.
El que tiene varios años alejado del público latinoamericano es el romántico y conquistador Julio Iglesias. El cantante español resurgió en la prensa hace unas semanas pero no por buenas noticias, sino por una hospitalización. Primero se rumoreó que esto se debía a problemas cardíacos, pero su disquera, Sony, aseguró que la verdadera razón fue una cirugía en la parte lumbar de la espalda, tras fuertes dolores, y por ello ahora está en reposo. Cabe recordar que su padre murió hace 10 años debido a un ataque al corazón. Afortunadamente, Julio está programado a regresar al estudio de grabación e iniciar una gira de conciertos en agosto. A sus 71 años, el padre de Enrique Iglesias puede presumir de haber vendido más de 300 millones de discos durante más de cinco décadas de carrera.
Una enfermedad rara es la que aqueja a Jose Luis Rodríguez “El Puma”. El cantante venezolano compartió con la prensa el mes pasado que sufre de “fibromatosis pulmonar que no tiene cura”. Esta se caracteriza por una progresiva cicatrización de los pulmones, lo que dificulta cada vez más la respiración. Y eso fue precisamente lo que sufrió el cantante venezolano de 72 años cuando en 2000 no podía respirar en un viaje de Los Ángeles a Miami. Debido a esto, él asegura que su salud “está al 80 por ciento” y que no le teme a la muerte.
La voz de José José lo delata. Pero sus estropeadas cuerdas vocales no son los únicos problemas del cantante de 66 años. Los excesos de juventud, que incluye el alcoholismo, han dejado grandes huella en su vida personal y laboral. En 1972, una severa neumonía dejó a “El Príncipe de la Canción” con una parálisis que deterioró su entonces impresionante voz. Esto después lo llevó a desarrollar problemas en uno de sus pulmones. En varias ocasiones, en los ochenta, se operó las cuerdas vocales pero sin lograr mejorarlas. Una década después empezó a padecer de diabetes, y en 2001, se le diagnosticó un enfisema. Todo esto lo ha dejado con dificultades al hablar, lo cual hace casi imposible entender lo que está diciendo y sobre todo cuando canta. Y por si fuera poco, en 2007, sufrió una parálisis facial, llamada parálisis de Bell, que le ocasionó una profunda depresión. Ahora también tiene una retinopatía diabética en un ojo, mismo que tuvo que ser operado. Esto aunado a una gran crisis económica, y a la hemorragia cerebral que sufrió su esposa en 2008, es imposible que no afecten sus nivel de estrés a su edad avanzada.