Incertidumbre por la renuncia de Boenher
La salida del líder legislativo es el sueño hecho realidad del ala más radical de su partido
John Boehner, presidente de la Cámara de Representantes anunció el viernes pasado su renuncia al escaño y al cargo que ocupa en ese cuerpo legislativo. Él y sólo él sabe a ciencia cierta si su decisión fue el resultado de un profundo acto reflexivo motivado por su encuentro con el papa Francisco, o si fue una medida política necesaria ante la realidad que enfrenta él y su partido en el Congreso.
Los republicanos se enfrentan en estos días a la disyuntiva de provocar una vez más el cierre parcial del gobierno ante la exigencia de los miembros del Te Party, de que se incluya en el presupuesto federal una medida cancelando los fondos para la organización Planned Parenthood.
La salida de Boehner es el sueño hecho realidad del ala más radical de su partido que lo acusa de no haber promovido una agenda legislativa más agresiva en contra de las medidas impulsadas por el presidente Obama.
El reemplazante natural de Boehner sería el representante por California Kevin McCarthy, pero su elección está muy lejos de ser cosa segura. Grupos ultra conservadores como los que se mueven detrás de la red de noticias Breitbart comienzan ya a manifestar desafiantemente que la renuncia de Boehner es la prueba de que cualquiera que quiera ocupar la presidencia de la Cámara Baja debe entender que si no se somete a la voluntad de los miembros del Tea Party, podría terminar siendo obligado por las circunstancias a renunciar, como aparentemente le pasó a Boehner, o siendo removido de su cargo. De hecho, Breitbart ha comenzado a barajar los nombres de posibles candidatos que a su criterio tienen credenciales de mayor peso conservador que McCarthy.
Así como están echadas las cartas, parece ser que el Partido Republicano seguirá secuestrado por la minoría extremista del Tea Party, y que cualquiera que sea elegido le corresponderá continuar la línea intransigente a la que tuvo que someterse Boehner muchas veces para apaciguar la voracidad de los republicanos extremistas. Si estos tienen éxito y logran radicalizar aún más las posturas de su partido, estarían garantizando, en mi opinión, una derrota segura en el 2016.
Boehner es un hombre de antecedentes conservadores, pero también es un político muy pragmático que entendió bien cuando debía evitar batallas que sabía de antemano que no iba a poder ganar. ¿Será el nuevo presidente de la Cámara de Representantes un hombre prágmatico o un ideólogo?
Eso lo veremos en las semanas por venir.