La NRA se defiende de las acusaciones de Obama
California ya tiene leyes estrictas para el control de armas, y no se previno el tiroteo, afirma el presidente de la industria del rifle
Tras el tiroteo en San Bernardino, Chris Cox, director ejecutivo del Instituto para Acción legislativa de la poderosa Asociación Nacional del Rifle (NRA), pidió al Presidente Obama que deje de utilizar estos eventos para “empujar su agenda de control de armas”.
En una editorial publicada ayer en el periódico USA Today, titulado “No, Señor Presidente, la NRA no tiene la culpa”, Cox escribió “justo cuando pensamos que los políticos no se pueden hundir más, el Presidente Obama una vez más nos muestra que está equivocado al politizar la tragedia en San Bernardino sin que antes se conocieran siquiera los hechos… A este momento estamos cansados de que este presidente sugiera que los hombres y mujeres de la Asociación Nacional del Rifle son culpables”.
Obama y otros demócratas, como ha ocurrido en la mayoría de los tiroteos masivos registrados en el país, tras la matanza en el Inland Regional Center de San Bernardino hicieron un nuevo llamado para leyes más estrictas para comprar y vender armas de fuego.
Pero Cox señala en el editorial que “la NRA no es culpable. Tampoco es nuestra libertad que nos da la Segunda Enmienda”.
“California ha adoptado ya la lista de deseos del Presidente Obama para el control de armas” las leyes no pudieron prevenir el tiroteo”, indicó Cox.
Efectivamente, California tiene unas de las leyes más estrictas del país para el control de armas, las cuales prohíben el uso de cargadores reemplazables para limitar la cantidad de disparos que convierten los fusiles, como las utilizadas en San Bernardino y en otras masacres como las de Columbine hasta Sandy Hooks y el cine en Colorado, en armas de asalto semiautomáticas.
Pero los fabricantes de armas de fuego respondieron a regulación de California de 1989 poniendo en el mercado fusiles reformados para “arreglar”, por ejemplo el fusil AR-15, para que no se pueda cambiar el cargador, pero que se puede que cualquiera puede reformar fácilmente: colocó un “botón de bala” o sea que el cambio no se puede hacer con el dedo, pero si con la punta de una bala.
La reforma respeta la ley que exige que si se remueve la traba, se haga con una herramienta, una bala es una herramienta según una definición federal.
“La industria de las armas es experta en la comercialización con artimañas de armamento tipo militar, trabajando constantemente para sacarle la vuelta a las leyes federales y estatales sin preocuparse por el impacto de vida y muerte que tienen sus acciones cínicas en el mundo real de sus acciones”, afirma Josh Sugarmann, director ejecutivo del Violence Policy Center, una organización nacional que busca prevenir las muertes con armas de fuego