Ha muerto la democracia en Ecuador

La última reforma extiende el poder del autoritarismo personalista

09-29-2015_03_Correa

Crédito: Mariela Lombard | El Diario

“La nuestra es la mejor Constitución del mundo y durará 300 años” declaró en el 2008 el autócrata  Rafael Correa, que ejerce como Presidente de Ecuador.
En su momento hube de señalar que la Asamblea Constituyente que aprobó la carta magna permitió que al futuro rey el traje constitucional le quedara a la medida.

Pero como generalmente pasa en estos casos, al soberano se le ensancharon las caderas, y resulta que a la vuelta de  tres años las costuras se le rompieron y se le comenzaron a salir las carnes por los lados.

La solución fue cambiar de sastre y comprar más tela. Esta vez el trabajo fue encargado a un grupo de 100 costureros y costureras de baja ralea, conocidos como los asambleístas del partido de gobierno, Alianza País.

Y es así como el 3 de diciembre de 2015, estos levantamanos asambleístas  le han puesto el último clavo al ataúd de la democracia en Ecuador, con la aprobación de 15 enmiendas  que alteran el régimen constitucional establecido y que fueron votadas de manera ilegal en la Asamblea Naciona. Por mandato de ley son reformas que debieron, en su mayoría, realizarse en el seno de una nueva asamblea constituyente, y con la aprobación en referéndum del pueblo ecuatoriano.

Ya que resulta imposible analizarlas todas en este corto espacio, revisaré las más importantes:

– La que ordena a las fuerzas armadas contribuir con la seguridad interna del país, lo que en castellano significa autorizarlas para que fortalezcan el régimen de represión brutal que impera en Ecuador.

– La que declara a la comunicación como un servicio público, es decir le da al Estado control total sobre el derecho a la libre expresión.

– Y la que permite la reelección indefinida de los funcionarios, lo que garantizaría la perennización en el poder de Correa. Muy hábilmente el supremo le ordenó a sus sastres que le hagan un dobladillo a esa enmienda determinando que ésta solo entrará en vigencia en mayo de 2017, después de las elecciones presidenciales, lo que impediría su reelección inmediata.

Pero la lectura es fácil, de acuerdo a las circunstancias, esto le da oportunidad al autócrata de colocar a una marioneta en el poder por un periodo y regresar fortalecido para el siguiente. Aunque claro está que siempre queda la posibilidad de que los mismos levantamanos que la aprobaron, la dejen sin efecto, o que con alguna argucia legal atrasen el proceso eleccionario para después de mayo de 2017, y siga gobernando indefinidamente.

Ha muerto la democracia en Ecuador, ha muerto de a poco, la han ido matando con pequeñas reformas legales y administrativas. El supremo reina jubiloso y sus sastres le irán ajustando el traje conforme su poder siga siendo insuficiente para cubrir las gorduras de su personalidad autócrata. Descanse en paz la democracia.

En esta nota

Constitución Ecuador Rafael Correa

Suscribite al boletín de Noticias

Recibe gratis las noticias más importantes diariamente en tu email

Este sitio está protegido por reCAPTCHA y Google Política de privacidad y Se aplican las Condiciones de servicio.

¡Muchas gracias!

Más sobre este tema
Contenido Patrocinado
Enlaces patrocinados por Outbrain