Brazalete de ICE le causó fracturas en la pierna
Cuando el grillete roza con el otro pie es fácil que ocurra una caída y que los inmigrantes que los portan sufran lesiones
Yoni Consuelo Ovalle Caal lleva dos meses sin poder caminar y apenas puede dar unos pasos con la ayuda de una andadera.
La causa, dice, es que a los pocos días de que el Servicio de Migración y Aduanas (ICE) le puso un brazalete electrónico en el tobillo izquierdo, este se le enredó con el otro pie y la hizo tropezar, cayendo al piso.
“[El brazalete] se me bajó completamente con la caída”, dice.
Ovalle Caal, de 36 años, porta un brazalete como condición para salir del Centro Residencial de Familias en el pequeño pueblo petrolero de Dilley del Sur de Texas. Ahí estuvo detenida junto a su hijo de 15 años.
Ella salió de Guatemala el 5 de octubre con el menor y les tomó un mes cruzar México y pasar a Texas. Un “coyote” los cruzó del lado estadounidenses y los dejó en el desierto, donde fue detenida por autoridades migratorias. Estuvo arrestada 16 días junto con su hijo.
El 25 de noviembre fue liberada junto con el menor bajo el programa de Supervisión Intensiva de Presencia que permite el uso de los grilletes.
“A mi dijeron que si quería pagar fianza o el grillete, y dije pues que me lo pongan, no tenía dinero“, narra.
Problemas con el monitor
La caída no fue el unico problema que enfrentó Ovalle Caal con el monitor en su tobillo.
“Primero me pegó una infección muy fuerte en la piel a causa del brazalete. El 9 de diciembre me caí. El 10 de diciembre me lo cambiaron al pie derecho y finalmente me lo quitaron el 14 de diciembre”, recuerda.
Luego de la caída, la inmigrante sufrió fuertes dolores durante un mes sin saber qué le pasaba. No tenían dinero para ir a un médico, ni siquiera para un taxi que los llevara a un hospital. Cuando su esposo, el jornalero Humberto Aguilar, consiguió algo de efectivo, la llevó a una clínica donde le hicieron radiografías y descubrieron que tenía tres fracturas en la pierna izquierda.
Ovalle Caal dice que le pusieron yeso en toda la pierna hasta el pie.
“Ya llevo dos meses que no puedo caminar. Al principio lloraba del dolor”, relata.
Aguilar y su esposa planean entablar una queja contra ICE para que le paguen por sus tratamientos y los gastos que ha incurrido a causa del accidente.
Los funcionarios federales del Servicio de Migración y Aduanas usan los grilletes en el tobillo como una alternativa económica para ahorrar dinero. Mientras que mantener a una persona detenida les cuesta 296 dólares por día, el grillete apenas cuesta 4.50 dólares, al menos en Dilley, Texas.
No hay reportes que indiquen cuántos inmigrantes se han lesionado por el uso del grillete. Lo más que se reporta es que su uso causa estigma porque muchas personas cuando lo ven, piensan que quien lo porta es un criminal.
Una vida atada a un grillete
Miguel Araujo, un inmigrante mexicano de 67 años, lleva desde 2010 con un grillete en el tobillo que le puso ICE.
“Tan es posible que uno se pueda caer con el grillete al rozar con una pierna, que yo me he caído tres veces. Por fortuna, han sido puros moretones los que me sacado”, comenta.
Explica que si mueve el brazalete para que la parte con el localizador GPS quede del lado que no roza con la pierna, puede pegar con cualquier objeto.
“Entonces los de Migración empiezan a llamarlo a uno con desesperación porque creen que nos queremos deshacer del grillete y escapar”, señala.
Araujo, dueño del restaurante Araujo’s en San Bruno, la ciudad donde se encuentra el aeropuerto de San Francisco, teme que la recarga diaria de electricidad le pueda causar algún daño.
“Yo me he empezado a poner un calcetín a la hora de recargarlo para que no me pasen las radiaciones. Ya tengo rato que ese pie donde cargo el brazalete me duele mucho”, se queja.
A cambio de quitarle el brazalete le piden una fianza de 5,000 dólares.
“Me parece injusto por qué ¿a dónde me voy ir? He tenido un negocio aquí por casi 40 años, tengo dos hijos nacidos aquí, el que me traje de México ya es ciudadano”, observa.
Tessie Borden, portavoz de CARECEN, comenta que la mayoría de las quejas que han recibido por el uso del grillete tienen que ver con que está muy apretado y les lastima a las personas.
“Una persona se quejó con nosotros de que le daba toques eléctricos”, expone.
Miles de grilletes
En junio de 2015, el Secretario de Seguridad Nacional Jeh Johnson indicó que ICE aumentaría el uso de estos aparatos, con la intención de duplicar el número de portadores de 23,000 a 53,000 para este año.
Las autoridades de Migración dicen que el uso de los grilletes se basa en cada caso, tomando en consideración la amenaza que la persona represente a la seguridad pública.
Nina Pruneda, la portavoz en Texas de ICE, dijo que no podría tener una respuesta sobre el caso de la inmigrante guatemalteca hasta el jueves.