Seis razones para no tomar zinc para ese resfriado

Este suplemento no vale el dinero o el riesgo de efectos secundarios

zinc

Es sencillo consumir el zinc que necesitas a través de tu dieta. Crédito: Shutterstock

¿El primer estornudo explosivo de tu compañero de trabajo o la creciente tos de tu hijo te envía a la tienda por suplementos de zinc para evitar contagiarte de su resfriado? Es cierto que algunos estudios han encontrado que los suplementos de zinc pueden acortar la duración de un resfriado, pero no hay ninguna prueba de que lo prevenga o de que estos suplementos alivien los síntomas como el escurrimiento nasal o el dolor de cabeza.

Y ten cuidado y considera: El zinc también tiene efectos secundarios. No obstante, los consumidores gastaron aproximadamente $108 millones en suplementos de zinc en 2014, según la revista Nutrition Business.

He aquí 6 razones para dejar tu dinero en el bolsillo y saltarte el zinc esta temporada de resfriados.

1. El zinc no te va a aliviar los síntomas del resfriado

El zinc no es una varita mágica. El 9 de abril de 2014, una revisión en el Journal of American Medical Association analizó estudios de 1,781 participantes con resfriado en Estados Unidos, el Reino Unido y en otras partes. Algunos recibieron pastillas o jarabes con zinc, mientras que a los demás se les administraron placebos. Quienes comenzaron a tomar zinc regularmente 24 a 48 horas antes del inicio de sus resfriados informaron sentirse mejor un día antes que quienes tomaron los placebos. Pero el análisis encontró que tomar zinc no tuvo ningún efecto sobre la severidad de los síntomas.

2. Este suplemento tiene efectos secundarios

Aunque ahorrarte un día de sufrimiento puede sonar magnífico y el hecho de que exista evidencia de que los iones de zinc tienen un efecto antiviral, al menos en una placa de petri en el laboratorio, la realidad es que tomar zinc puede tener efectos secundarios bastante desagradables. Estos incluyen dejar un mal sabor en la boca y provocarte náuseas.

“Aunque los productos con zinc pueden reducir la duración de un resfriado en un día, si se inicia con suficiente anticipación, el mal sabor de boca y las náuseas pueden hacer que el tratamiento sea peor que la enfermedad”, dice el asesor médico en jefe de Consumer Report, Marvin M. Lipman, M.D.

3. El zinc puede ser tóxico

Una mujer adulta, saludable, debe obtener un mínimo de 8 miligramos (mg) de zinc por día, un hombre adulto, 11 mg, pero esa cantidad se obtiene fácilmente mediante una dieta saludable que incluye alimentos ricos en zinc tales como aves, carnes rojas y cereal fortificado en el desayuno.

De hecho, los Institutos Nacionales de Salud aconsejan que, a menos que estés tomando zinc por razones médicas bajo atención médica, el límite diario máximo es de 40 mg. Demasiado puede causar náuseas, vómito, cólicos estomacales, diarrea y otros problemas.

4. Puede interactuar con tus otros medicamentos

Se ha observado que el zinc interactúa con varios medicamentos de receta. Por ejemplo, si lo tomas con antibióticos de tetraciclina o quinolona tales como ciprofloxacina (Cipro y genéricos) vas a reducir la cantidad que absorbe tu cuerpo tanto del zinc como del antibiótico. También puede interferir con la absorción de la penicilamina (Cuprimina, Depen), un medicamento utilizado para tratar la artritis reumatoide y la enfermedad de Wilson (un raro trastorno genético).

5. El zinc puede causar problemas de salud

Obtener demasiado zinc puede aumentar el riesgo de cáncer de próstata, llevar a una deficiencia de cobre y a problemas neurológicos, y reducir los niveles de colesterol HDL (bueno). Más aún, los productos con zinc también pueden contener cadmio  (otro metal químicamente similar y que se encuentra junto al zinc en la naturaleza), y la exposición a largo plazo a altos niveles de cadmio puede ocasionar insuficiencia renal.

6. Podrías perder tu sentido del olfato

Evita usar zinc en forma de preparados nasales que pueden hacer que pierdas el sentido del olfato. Hace varios años, la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA) retiró del mercado varios productos nasales con zinc luego de recibir más de 130 informes de personas que habían usado ciertos remedios nasales para el resfriado, Zicam, y perdieron el sentido del olfato, algunos de forma permanente.

En resumen, mantenerse hidratado y descansar mucho será de más ayuda para recuperarse que cualquier suplemento, y un plato de sopa de pollo tampoco caería mal.

 — Lauren Cooper

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