Rafael Amaya, de ‘niño de los botes’ a ‘El Señor de los Cielos’
Ahora es un hombre importante de la televisión, pero en su infancia, Amaya reveló que tuvo que trabajar de todo para poder comer
En su infancia, Rafael Amaya sufrió carencias, pues para poder comer tuvo que trabajar de paqueterito, haciendo macetas y pepenando botes en la calle.
Lejos estaba de imaginarse que de adulto se convertiría en un poderoso hombre de la televisión gracias a El Señor de los Cielos, que hasta se da el lujo de viajar en avión privado, cobrar 45 mil dólares por un evento de convivencia y tener su propia línea de ropa.
“Yo trabajé de todo, de cerillito (paqueterito), haciendo macetas, juntando botes, crecí en la calle básicamente… en la calle crecí“, recuerda Amaya, respecto a su infancia. “como todos mis hermanos son más grandes, ellos llegaban a la casa y se acababan la comida, entonces, yo tenía que buscarla en la calle, básicamente”.
Originario de Hermosillo, Sonora, el actor de 39 años, consolidó su carrera gracias a su personaje de Aurelio Casillas en la serie de Telemundo que actualmente transmite su cuarta temporada.
Que bonito verte querida siempre un gusto! @FernandaCGA @Telemundo @nbc @nbc #elseñordeloscielos
Al principio, señala, los realizadores de la serie eran muy estrictos de cómo querían que interpretara a Aurelio, pero al ver el éxito de las primeras dos temporadas, le dieron carta abierta para que lo hiciera a su modo.
“Trabajo un chin… (busco) divertirme mucho y llegar al set a comportarme como un niño, eso significa El Señor de los Cielos, un cambio tremendo en mi vida; 16 años buscando la oportunidad, cuatro años trabajando (en la serie), me siento muy afortunado, bendecido, El Señor de los Cielos llegó a cambiarme la vida para bien“, expresa el artista,
Gracias a la libertad que le dieron los productores, salieron frases que hoy son del dominio público como “¡arre!”, o “tú tranquilo y yo nervioso”.
Y vaya que su personaje de Aurelio le cambió la vida.
Actualmente Amaya es uno de los actores más cotizados, en eventos donde sus fans acuden a saludarlo y tomarse una foto a su lado llegan a cobrar hasta 171 dólares por persona, como sucedió en el bar Wasanga, en San Pedro, el pasado 3 de marzo.
Y ahora, cuando viaja, el actor lo hace en avión privado que, de acuerdo a gente cercana a él, se lo presta un amigo.
Adiós Monterrey mi corazón se queda con ustedes los quiero! Gracias! #arrecalaca #arre #rafaelamaya
Una foto publicada por Cuenta Oficial Rafael Amaya (@rafaelamayanunez) el 4 de Mar de 2016 a la(s) 5:39 PST
También los empresarios que lo contratan están obligados a proveer varias unidades para transportarlo, una camioneta exclusiva donde sólo lo acompañan el chofer y un elemento de seguridad, y otra más para su mánager y su equipo de trabajo.
En su línea de ropa Western Style lanzó chalecos de piel, botas, sombreros, camisas y pantalones, que inicialmente sólo fue pensada para caballeros, crecerá porque el actor tiene planes de crear una línea para damas y niños.
“Ya estamos con la línea de ropa de damas también, luego viene la de niños para que toda la familia esté vestida norteño. Luego van a ver ramificaciones, variaciones del género”, explica.
Consciente de su fama y de todo lo que ha logrado por ser El Señor de los Cielos, Amaya asegura que sigue con los pies en la tierra, enfocado y siempre preparado para que no se le vayan las oportunidades.
POR: Paula Ruiz