Condenan a general mexicano a 52 años de prisión por tortura y asesinato
Manuel Moreno Aviña fue sentenciado a pasar más de medio siglo en prisión por un caso de 2008 ocurrido en el estado de Chihuahua, en el norte del país
CIUDAD DE MÉXICO .- Un juez federal dictó una sentencia sin precedente al General de Brigada Manuel Moreno Aviña, excomandante de la Guarnición Militar de Ojinaga, Chihuahua.
Procesado por la tortura, asesinato e inhumación clandestina de un joven en 2008, el militar fue condenado a 52 años con 6 meses de prisión.
René Ramos Pérez, Juez Décimo de Distrito en Chihuahua, emitió la que hasta hoy es la condena de cárcel más alta impuesta por la justicia federal a un General del Ejército.
El juez halló culpable a Moreno Aviña de los delitos de tortura, homicidio calificado y violación a las Leyes de Inhumación, en la modalidad de destrucción de cadáver.
Para el juez, el General es plenamente responsable del crimen de José Heriberto Rojas Lemus, un veinteañero de Uruapan, Michoacán, muerto el 25 de julio de 2008, tras ser torturado con toques eléctricos en instalaciones de la Tercera Compañía de Infantería No Encuadrada (CINE), en Ojinaga. Su cuerpo después sería incinerado.
Por estos hechos, el juzgador impuso a Moreno Aviña el pago de una multa de 410 días de salario, equivalente a 20 mil 295 pesos, y 15 años de inhabilitación para el desempeño de cualquier cargo, empleo o comisión públicos.
También condenó a Moreno Aviña y a la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) al pago de la reparación del daño por un monto de 250 mil 470 pesos a favor de quien acredite los derechos sucesorios de la víctima.
Pero la sentencia del juez Ramos Pérez también fue dictada contra la Sedena, a la que condenó a ofrecer una disculpa pública, la aceptación de responsabilidad, así como la garantía de no repetición del hecho delictivo que cometió un servidor público.
De acuerdo con el juez, el Ejército también deberá hacer una declaración pública a través de los medios electrónicos o escritos, donde restablezca la dignidad y reputación de la víctima.
Al mismo tiempo, ordenó a la Sedena brindarle a los deudos de la víctima la atención médica y psicológica que requieran de los servicios sociales y de rehabilitación o tratamientos curativos, como como consecuencia del delito.
El juez Ramos Pérez consideró como acreditado que la víctima fue detenida en las primeras horas del 25 de julio de 2008, por elementos de la Tercera CINE en Ojinaga y que después fue llevado a las instalaciones de esa unidad, donde los militares lo ataron y mojaron para aplicarle descargas eléctricas en el cuerpo. El propósito de las torturas era obtener información sobre la muerte de un militar.
Rojas Lemus fue vejado en presencia de varios militares, que interrogaban a otros individuos, por orden del General Moreno Aviña. Las torturas se prolongaron hasta las 9 de la mañana del mismo día, lo que originó que falleciera a pesar de que le fueron proporcionados los primeros auxilios, a consecuencia muy probablemente de fibrilación ventricular y paro cardiorrespiratorio secundarios a descargas eléctricas.
Después, por órdenes directas del General Moreno Aviña, el cadáver fue subido a un vehículo y transportado al Rancho El Virulento, donde fue incinerado de manera clandestina, sin hacerlo del conocimiento de la autoridad ministerial.
Entre 2008 y 2009, cuando Moreno Aviña estuvo al frente de la guarnición militar de Ojinaga, se instauró un régimen de abuso sistemático, en el que los militares bajo su mando se vieron implicados en robos, allanamientos ilegales, secuestros, torturas y homicidios.
Por esos hechos, a fines de 2009 el General y otros 21 subordinados fueron detenidos y llevados a juicio por la justicia militar y federal.
Por Abel Barajas y Víctor Fuentes