Editorial: Buena noticia para el Obamacare
Fracasa el intento de usar el cristianismo para acabar con la cobertura médica
La reforma de cobertura de salud sobrevivió otra demanda en su contra ante la Suprema Corte de Justicia. En esta oportunidad los casos en contra de la Ley de Protección al Paciente y Cuidado de Salud Asequible se entre cruzaban entre el odio al Obamacare y la visión alentada desde algunos conservadores de que en nuestro país hay un guerra contra los cristianos.
El caso surge por la negativa de los empleadores afiliados a organizaciones religiosos de proveer a sus empleados una cobertura médica que cubra todos los aspectos de contracepción porque ir en contra de sus valores religiosos. La administración Obama intentó negociar una acuerdo quitándole esa responsabilidad al empleador para pasarla a la compañía de seguros. Lo único que debía hacer el empleador era notificar al gobierno de su objeción y quien es su proveedor de seguro. Los empleadores se opusieron diciendo que la notificación era una “complicidad en el pecado”.
Para el Alto Tribunal la diferencia entre la posición del gobierno y de los empleadores es tan poca que puede ser negociada entres las partes. Por eso regresó cuatro casos similares a sus respectivos tribunales de apelación.
Las posibilidades de un acuerdo es difícil por la carga política que rodea el Obamacare. La furibunda oposición republicana no tiene límite, desde las decenas de votos para eliminarlo legislativamente hasta el respaldo a demandas judiciales que fracasaron en la Corte Suprema. Lo peor es que todavía hoy no existe un plan republicano detallado para reemplazarlo.
Por otro lado, la lógica exigencia del Obamacare de estandarizar la cobertura médica que da el sector privado a sus empleados se convirtió en un ataque a la religión, por no permitir que cada empleador pueda dar beneficios de trabajo acorde su creencia religiosa. El que cada empleador pueda otorgar beneficios laborales según su fe sería castigar al empleado y conduciría a una caos en una sociedad tan diversa como la nuestra.
Pero eso pasa a un segundo plano cuando se coloca en una misma bolsa este caso de Obamacare, con el matrimonio gay y el baños para los transgéneros como un ejemplo de la hostilidad hacia los cristianos. El senador republicano Ted Cruz es un ejemplo de la explotación política de este tema.
La decisión es buena para los millones de beneficiarios de Obamacare que gozan de una cobertura médica que antes no tenían. Lo malo que todavía hay gente que para quitarsela son capaces de hasta usar a Dios en su causa.