Independiente del Valle, el equipo de todo Ecuador con sus triunfos y sus donaciones a víctimas del terremoto
Aficionados de otros clubes del país sudamericano se unen a la celebración de Sangolquí por llegar a la final de la Libertadores
Quito.- Sangolquí, una pujante localidad situada en un valle aledaño a la capital ecuatoriana, deliró a partir del jueves en la noche tras la hazaña conseguida por su equipo, el Independiente del Valle, que con un triunfo por 2-3 en la Bombonera de Buenos Aires, despachó nada menos que al laureado Boca Juniors y se instaló en la final de la Copa Libertadores.
“Somos un equipo humilde, pero hemos derrotado a todos los grandes, por eso ya nos dicen los ‘Tumbagigantes’ y nos vamos a la final”, aseguró Julio Calderón, conocido en Sangolquí como “el duro de la barra” del Independiente.
La sorprendente historia de Independiente del Valle, el Leicester “sudamericano”
Su alegría desbordada entre cientos de personas que, a diferencia de casi siempre, convirtieron a las calles de la localidad en un torrente de algarabía, con papel picado, cánticos y brincos sin parar.
Pero no sólo festejaron los del Independiente, pues ahora salieron a la calle hinchas de otros equipos, con la consigna de que ahora “Los Rayados” de Sangolquí “somos todos, somos Ecuador”, según una joven aficionada de El Nacional, que festejó junto a varios amigos que vestían los colores de Liga de Quito.
Julio Calderón no lograba explicarse cómo “tanta gente” había acudido en la fría noche sangolquileña a festejar a un equipo que no era el suyo. “Esta una pasión que ya rebasa todo. El Independiente ahora es Ecuador”, sostuvo.
“Ganamos a Boca, en la mismísima Bombonera y, realmente, no nos esperábamos un triunfo así, creíamos que nos traíamos un empate, pero las cosas son así, ahora debemos confiar más para la final, porque este equipo chico se ha hecho grande”, agregó Julio.
La generosidad es su cábala
La gente, en una festiva procesión por el centro de la urbe, siguió hasta la plaza de la ciudad y en la iglesia agradecieron la clasificación del equipo de la camiseta verdiazul, la misma que lucía la pequeña imagen de un Niño Jesús, llevada en brazos por los fieles fanáticos del Independiente.
“Este año es nuestro y esa Copa (Libertadores) ya es nuestra, acá la vamos a pasear, en Sangolquí, gracias a la garra de los jugadores”, añadió Julio.
Él considera que se ha convertido en una cábala “fulminante” la actitud del Independiente de donar la taquilla de todos los partidos de Copa en favor de los damnificados de un sector de la costa del país asolado por un terremoto el pasado 16 de abril.
Ese gesto le ha llevado al equipo a sumar adeptos dentro y fuera de Sangolquí, y el asombro de su hazaña incluso ha llegado al palacio presidencial.
El presidente ecuatoriano, Rafael Correa, no ocultó su alegría por el triunfo independentista y en su cuenta de Twitter escribió: “¡Vaaamos Independienteee!!! ¡Vaaamos Ecuadooor!!!”, para proseguir con un cómico “¡Azcona presidenteee!!!”, en referencia al portero Librado Azcona, que en la Bombonera atajó un penalti.
Julio Calderón, el duro de la barra del Independiente, y sus amigos festejaban la hazaña del equipo, pero también ideaban acciones para recibir el viernes a los muchachos, “cómo se merecen, como héroes”.