Zoe Saldaña: “El creador de Star Trek era un dreamer”
Zoe Saldaña va camino de convertirse en la reina de las franquicias. El próximo año la veremos en la segunda entrega de Guardians of the Galaxy y después en la secuela de la exitosísima Avatar, pero hoy la actriz neoyorquina de raíces dominicanas y puertorriqueñas estrena Star Trek Beyond, la tercer película de la renovada saga de ciencia ficción en la que interpreta a la teniente Uhura, oficial de comunicaciones de la nave U.S.S. Enterprise.
Hace tan sólo tres días se confirmó que habrá una cuarta Star Trek. Saldaña atendió por teléfono a este diario desde Los Ángeles.
Pregunta: Star Trek cumple 50 años este año. ¿Qué significa formar parte de una saga que ha tocado a varias generaciones?
Zoe Saldaña: No puedo creer todavía que he tenido este privilegio. Star Trek es una saga que ha estado tan presente no sólo en mi vida, sino en la vida de muchas personas, en la vida de mi mamá, de mis abuelos. Me hace sentir muy contenta, porque sé que soy parte de algo muy especial. Algo tiene que ser muy especial para tener una vida de 50 años y todavía mantenerse efervescente.
P: ¿Cuál es el secreto?
Z.S.:La misión. El mensaje es tan sencillo, tan positivo. El poder trabajar en unión sin importar tu raza, tu género, tu cultura, tus creencias religiosas… El poder trabajar unidos para traer paz es un concepto que puede sonar utópico, pero si tú lo imitas en tu arte, te da la sensación de que puede ser realidad. Creo que el creador [de Star Trek] era un dreamer (soñador). Y le agradezco que haya sido un dreamer y haya creado un concepto tan lindo.
P: Tu mamá es fan de la saga, ¿verdad?
Z.S.: Sí, ella lo veía siempre cuando era pequeña (ríe). Cuando creamos el universo alterno [en el que suceden los tres films recientes] me decía, “¿pero cómo es eso, cómo se hace?, me encanta el concepto…”.
P:¿Qué momento del rodaje recuerdas más?
Z.S.:Me encantan todas las escenas en que estamos todos juntos en el Enterprise. Siempre las disfruto tanto. Cada personaje tiene algo que aportar y hay como una intensidad… es excitante porque estamos todos jugando como si fuéramos niños pequeños.
P: Ya empiezas a tener una carrera amplia con muchos personajes diferentes, ¿cuál es tu favorito?
Z.S.: Hasta ahora, Neytiri de Avatar. Fue un personaje que tomó más tiempo, más sacrificio, porque tuve que crearla, imaginarla y “pintarla” con el director. Cuando la vi al final y supe todo lo que yo tuve que hacer para traerla al mundo, me sentí muy integrada, muy considerada, muy especial.
P: Pronto vuelve Avatar…
Z.S.: Sí, empezamos a filmar al final de este año o a principios del año que viene.
P: ¿No da un poco de miedo volver a un personaje y a una película que tuvo tanto éxito? [Avatar es el film más taquillero de la historia del cine].
Z.S.: Siempre voy a tener miedo, porque uno siempre dice: “Ay, dios mío, ¿y si no la puedo encontrar?, ¿y si no sale auténtica como antes?”. Pero uno también tiene que confiar que, si estuvo ahí una vez, va a estar ahí otra vez.
P: Entonces tienes ganas de retomar a Neytiri.
Z.S.: ¡No puedo esperar más! También son cuatro películas que vamos a hacer. Quiero hacerlas para que así salgan más rápido. [Los estrenos están previstos en 2018, 2020 y 2022].
P: Tú siempre has alzado la voz para hablar de los problemas raciales… ¿Cómo estás sintiendo estos días con todo lo que está pasando en Estados Unidos?
Z.S.: Mientras más violencia, discriminación e ira hay en el mundo, más nace el amor en mi corazón de yo poder seguir viviendo una vida que sienta sea ejemplar. Creo que la acción es más fuerte que la palabra. Estamos viviendo momentos muy difíciles, pero puede que estos momentos tengan que pasar para uno poder reconocer que hay ciertos patrones que simplemente hay que enterrarlos porque ya no se aplican, ya hemos evolucionado a otro tiempo. Cuando hay frustración y esa frustración se convierte en ira, en cólera, y por ende se desarrolla en actos de violencia, creo que la comunidad, el estado, el país… todos tenemos que pulir el sistema un poquito para que le demos más espacio a otras personas para que se sientan más consideradas.
Pero sí me gusta que, aunque estamos viendo actos de violencia, al mismo tiempo estamos viendo personas que están haciendo actos de puro amor incondicional y paz. Y ésos son a los que deberíamos dar más publicidad. Algunas veces cuando el chisme se riega llega a ser muy venenoso si seguimos hablando de él. Si vamos a estar hablando del tema, vamos a ver cómo lo podemos resolver, pero no hablemos de todo lo malo que está sucediendo porque eso infecta a todo el mundo. La prensa, los medios, los periodistas tienen el deber de documentar la noticia, pero también tiene el deber de darle luz no solo a lo malo, sino también a lo bueno para que inspire al televidente, al lector, al que se está informando, de que además de que hay violencia, también hay mucho amor. Y eso va a seguir dando esperanza a las personas.
P: Naciste en New Jersey, te criaste en Nueva York y Puerto Rico, de padre boricua y madre dominicana… ¿de dónde te sientes?
Z.S.: Nací en New Jersey, pero a los tres meses mi mamá me llevó para Nueva York. Soy neoyorquina. Pero también soy nómada. Cuando estoy en Santo Domingo me siento que soy de allá. Tú me puedes poner en Cuba y me siento que soy de Cuba. Yo soy ese tipo de visita que tú me invitas y yo me como todo lo que tú me sirvas en la mesa. Y si hay algo que no como, te lo digo con amor y con respeto, y también te ayudo a lavar los platos. Yo no tengo pena ni tampoco tengo vergüenza. Todo lo encaro con corazón y mente abierta.