¿Te diagnosticaron con DCIS?
Se trata de un cáncer de seno no-invasivo y común
Muchas pacientes, incluyendo las hispanas, tras ser diagnosticadas con cáncer de seno, salen del consultorio de su médico muy nerviosas y con mucho miedo. Pero también terminan muy confundidas, especialmente si el diagnostico es un “carcinoma ductal in situ” (DCIS), uno de los tipos de cáncer de mama no invasivos más comunes.
Es que ya el término, de por sí, es confuso. Pero más allá de eso, se trata de un tipo de cáncer que, en el momento en que se descubre, no pone en peligro la vida de la paciente porque es “no invasivo”, pero si se deja sin tratamiento, pueden expandirse y convertirse en un cáncer “invasivo”, es decir, que puede ser mortal.
¿Pero qué significa DCIS? Esas siglas, que vienen de su nombre en inglés: “ductal carcinoma in situ”, se refieren a un tipo de cáncer (carcinoma) que comienza en los conductos lácteos (de allí el término ductal) y que se queda en su sitio original (in situ), es decir, que no se propaga a través de las paredes de los conductos hacia el tejido normal que rodea el seno. Por eso se le denomina “no invasivo”.
“En algunas mujeres el DCIS se convierte en cáncer de seno invasivo o algunas veces un sólo un área del DICS contiene cáncer invasivo. Sin embargo, en otras, las células solo se mantienen dentro de los conductos y nunca se propagan o invaden más profundamente a los ganglios linfáticos u otros órganos (hacer metástasis)”, explicó la doctora Carmen E. Guerra, portavoz de la Sociedad Americana contra el Cáncer (ACS) y profesora asociada en el Perelman School of Medicine del University of Pennsylvania.
“Esa incertidumbre sobre cómo se comportará el DCIS puede hacer difícil la selección de los mejores tratamientos. Se están realizando investigaciones para identificar maneras de asistir con estos retos”, agregó la experta.
Al ser consultada sobre lo más novedoso en tratamiento y prevención, Guerra informó que los investigadores están estudiando el uso de computadoras y métodos estadísticos para calcular las probabilidades de que un DCIS en una mujer se convierta en invasivo. “Algunos de estos métodos se basan en información clínica rutinaria sobre el DCIS de la paciente, mientras que otros también incluyen información sobre cambios en los genes de sus células tumorales”.
Existe una prueba conocida como “Oncotype Dx DCIS Score”, que identifica los genes presentes en células del DCIS. Este examen se puede usar para predecir la probabilidad de que regrese el DCIS de una mujer o de que se desarrolle un nuevo cáncer en el mismo seno si ella no recibe radiación. Sin embargo, la doctora Guerra aclaró que hasta el momento, esta prueba no ha sido estudiada lo suficiente.
Según estudios médicos generales, las mujeres diagnosticadas con DCIS no agresivo que se sometieron a una cirugía con preservación de la mama (lumpectomía) y sin terapia de radiación, tienen entre 20 a 30% de riesgo de sufrir una recurrencia dentro de los cinco a 10 años siguientes al diagnóstico inicial. Si se incluye una terapia de radiación luego de la cirugía, se disminuye el riesgo de recurrencia a un 15% aproximadamente.
En algunos casos, si el DCIS se ha esparcido fuera de los conductos, el médico y su paciente pueden optar por una mastectomía total (cuando se extrae todo el seno), que para algunas puede ser una mejor opción.
Según la ACS, cada año se diagnostican en Estados Unidos alrededor de 60,000 casos de DCIS, lo que representa aproximadamente uno de cada cinco nuevos casos de cáncer de mama. Casi todas las mujeres que son diagnosticadas en esta etapa temprana del cáncer de seno se pueden curar.
Ante lo confuso que pueda resultar todo esto, la doctora Guerra indicó que los doctores deben proveer asistencia a sus pacientes para tomar decisiones. “Se formulan preguntas a la mujer con DCIS para ayudarla a decidir qué factores (tales como supervivencia, prevención de recurrencia y efectos secundarios) considera más importantes para escoger un tratamiento”.
El DCIS, que también puede afectar a los hombres –aunque es muy raro– por lo general no presenta ningún síntomas y el mismo se diagnostica usualmente tras una mamografías.