San Bernardino, un paso más cerca de salir de la bancarrota

Una jueza ha aprobado el plan de la ciudad para volver a ser solvente a lo largo de los próximos meses

La ciudad ha tenido que externalizar servicios, despedir a trabajadores o renegociar su deuda para reducir gastos.

La ciudad ha tenido que externalizar servicios, despedir a trabajadores o renegociar su deuda para reducir gastos. Crédito: AP

La ciudad de San Bernardino consiguió el pasado martes la aprobación de su plan de ajuste de la deuda, que detallaba las medidas que la ciudad pretende implementar para lograr la recuperación económica.

San Bernardino lleva en bancarrota desde 2012, cuando se enfrentó a un déficit operativo de más $45 millones. Las causas fueron varias: la recesión económica, la clausura de la base aérea de Norton, y fallos en la gestión de los presupuestos contribuyeron a que la ciudad tuviera que acogerse al Capítulo 9.

Después de que otros planes fueran rechazados, finalmentel día 6 la jueza Meredith Jury dio el visto bueno a la última propuesta y felicitó a la ciudad por los esfuerzos que había llevado a cabo durante estos cuatro años para reducir costes.

Aunque los recortes han salido caros: se ha podido apreciar un deterioro en infraestructuras públicas como parques y aceras, y una reducción de su fuerza policial que ha resultado en una mayor incidencia de crímenes.

Ahora la ciudad por fin ha llegado a un acuerdo con acreedores y titulares de bonos para atajar la deuda de la ciudad y poder así comenzar la regeneración.

Como parte de su plan, San Bernardino pagará solo un centavo por cada dólar que debe, lo que resultará en un ahorro de en torno a $350 millones para los contribuyentes.

También se aprobó un nuevo estatuto municipal el pasado noviembre que mejora el gobierno de la ciudad.

Para reducir gastos, la ciudad ha externalizado los servicios de bomberos y de recogida de basuras, que ahora son proporcionados por el condado. Por medio de esta subcontratación, despidos y  desgaste San Bernardino también se ha desprendido de casi la mitad de sus empleados públicos.

Pero la ciudad también ha conseguido no subir los impuestos, manejar nuevos presupuestos, reducir el gasto y respetar el acuerdo con CALPERS, el programa de jubilación de sus funcionarios, que recibirán la totalidad de sus pensiones.

San Bernardino sí ha reestructurado otros acuerdos colectivos de manera que ya no provee la cobertura del seguro sanitario subvencionado a sus empleados, lo cual supondrá un ahorro de $44 millones por los trabajadores jubilados y de $51 millones por los que están en activo.

La ciudad celebró la aprobación del plan y calificó el momento de punto de inflexión, afirmando que está lista para el renacimiento. Sin embargo, aún pasarán algunos meses hasta que todas las medidas se implanten.

San Bernardino es una de las comunidades más pobres del estado, con una renta media por residente de menos de $15,000 al año, la mitad que la media de California.

Además, la propia ciudad reconoció que dos de sus principales problemas eran la creciente percepción de San Bernardino como una ciudad peligrosa y su alta tasa de criminalidad, más del doble que la de las ciudades vecinas. La reducción de su fuerza policial (de alrededor del 30% desde 2008) está sin duda relacionada con el aumento del número de crímenes.

Con su nuevo ajuste del gasto, la ciudad espera poder contratar nuevos policías y volver a invertir en la mejora de las infraestructuras y servicios públicos como estrategia para atraer más población que dé un impulso a la economía local y contribuya al resurgir de San Bernardino.

“Hasta que no podamos restaurar un nivel decente de servicios municipales para atraer a nuevos residentes, se espera que la población continúe creciendo solo en los sectores más pobres de la ciudad donde la demanda de servicios es aún mayor”, declaró la ciudad.

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