El drama del “gasolinazo” perseguirá a México en 2017
Además del desabasto, tendrán que lidiar con los incrementos en los precios, la corrupción y el crimen organizado que tiene a Pemex en descontrol
MÉXICO.- El subdirector comercial de la paraestatal Petróleos Mexicanos (Pemex), Itzul Martínez, salió al paso para despejar el ambiente de incertidumbre y pánico que marcó el inicio del año y dijo que de las 150 gasolinerías que sufrían desabasto en las ultimas horas, solo quedaban 64 sin combustible y poco a poco serían menos, aunque algunos analistas opinan lo contrario.
El fin de semana de las fiestas de Año Nuevo, cuando las ocupaciones hoteleras se encontraban al 100% en los poblados de descanso aledaños a la capital mexicana, los paseantes se sorprendieron con un drama inédito en el país de no poder mover sus coches por falta de gasolina; aunque de manera aislada, algunos estados ya arrastraban estos problemas.
“Por primera vez en mi vida, pensé en lo que significa el desabasto y le dije a mi esposa: esto se está pareciendo a Venezuela, dentro de poco vamos a estar peleando por comida”, comentó a este diario Cuitláhuac Mendoza, un abogado que se quedó varado en Ixtapan de la Sal, a dos horas de la Ciudad de México, donde pasaba el fin de semana.
“La fila para llegar a la única cisterna donde había gasolina era de tres horas y al final no alcancé: tuve que ir con una garrafa al pueblo de a lado en un taxi y ahí también tuve que hacer una hora en la fila: fue muy extraño”.
Desde que el Estado asumió el control de la producción y distribución de gasolina en los últimos años de la década de los 30 del siglo pasado, el país no había tenido una crisis de desabasto de combustible, la cual se explica por cinco factores: el mantenimiento de las seis refinerías, las compras de pánico, el robo de combustible, el alza del dólar y la corrupción.
Las dos primeras causas pueden controlarse, pero los otros tres problemas le seguirán metiendo el pie a la empresa que por casi ocho décadas ha sostenido las finanzas públicas del país, enfatizó Jesús Montoya, director de Operaciones de Full Gas.
“El robo de combustible es un cáncer”, enfatizó. “Y ya comienza a afectar a las principales ciudades”.
De acuerdo con un informe interno de Pemex, el crimen organizado se infiltró a la compañía y corrompió a trabajadores adscritos a las áreas de logística y refinación para llegar de manera más sencilla y sin riesgos a los ductos de donde extraen el combustible que después venden en un mercado negro, protegido por pobladores, consumidores y hasta líderes locales que patrocinan obras y materiales para hacer las perforaciones clandestinas.
El otro problema relacionado con la corrupción, la escasez y el alza de precios, data de 1988, cuando el entonces presidente Carlos Salinas, en lugar de construir nuevas refinerías para procesar el petróleo en el país, creó a Pemex Internacional, que conformó con empresas privadas encargadas de la importación de la gasolina.
“Estas empresas empezaron a operar sin transparencia y Pemex nunca ha tenido el control total sobre estas filiales desde donde, supuestamente, se desviaron millones y millones de dólares a cuentas privadas”, explico a la prensa local Fluvio Ruíz, exconsejero de la paraestatal.
La producción de gasolina se fue entonces en picada para dar paso a la importación hasta que en 2017, la del petróleo cayó 11.2%; la de petrolíferos un 18.4% y dentro de ellos, la producción de gasolinas en 28%.
“La infraestructura de las gasolinerías está diseñada para una dinámica en la cual, México producía el 80% de la gasolina e importaba el 20%, y ahora es todo lo contrario; entonces, no tienen suficiente capacidad de almacenamiento”, enfatizó César Cardona, director de Grupo Energéticos.
En Ixtapan de la Sal, por ejemplo, a los dos días que dejaron de surtir la gasolina, se agotaron los almacenes, explicó la Asociación Mexicana de Empresarios Gasolineros.
Desde su trinchera, el secretario de Economía, José Antonio Meade, dijo que a partir de ahora, los precios del combustible, más allá del abasto, serán regulado por el mercado, y festejó que el Estado ya no tenga que intervenir en poner “precios ficticios” a la gasolina que vende Pemex y que pronto tendrá competencia extranjera como Gulf, Hidrosina, Oxxo Gas, Petro-7 y La Gas. “Yo tengo tres hijos y con esto, les estoy diciendo que no estamos investigando la riqueza petrolera”.