Obama defiende su legado en discurso de despedida: “Sí se puede. Sí pudimos”
El presidente Obama se dirigió a la nación en un emotivo discurso de despedida, desde Chicago
WASHINGTON.- No muy lejos de los barrios donde cultivó su carrera política en Chicago (Illinois), el presidente Barack Obama ofreció este martes un emotivo discurso de despedida en el que defendió a los inmigrantes y su legado, delineó las amenazas a la democracia, e instó al pueblo a seguir luchando por el cambio.
“Acá fue donde aprendí que el cambio sólo ocurre cuando la gente común se involucra, y se une para exigirlo”, dijo Obama ante más de 20,000 personas en McCormick Place, el centro de convenciones a orillas del Lago Michigan, en la Ciudad de Los Vientos, la misma ciudad donde celebró sus victorias en 2008 y 2012.
“Yes We Can.
— White House Archived (@ObamaWhiteHouse) January 11, 2017
Yes We Did.
Yes We Can.
Thank you.” —@POTUS #ObamaFarewell pic.twitter.com/azr05El60j
“Después de ocho años como su presidente, lo sigo creyendo. Y no es sólo mi creencia. Es el corazón latiente de nuestra idea americana, nuestro audaz experimento de autogobierno”, señaló Obama en su discurso de casi una hora.
Es la unidad nacional la que, según Obama, ha permitido que EEUU supere numerosos retos y baches en el camino, especialmente la “Gran Recesión” que puso al país al borde del colapso económico.
Minorías no buscan “trato especial”
Obama hizo una férrea defensa de la diversidad racial y étnica del país, y destacó la urgencia de promover un entendimiento de los retos que unen a todos los estadounidenses en la lucha por la equidad.
Estados Unidos no se debilitó por la presencia de inmigrantes, porque éstos adoptaron el “credo” de la nación y así el país se fortaleció, dijo Obama, en un discurso que aludió en diversas ocasiones a la retórica divisoria de la contienda.
“Para los estadounidenses blancos, significa reconocer que los efectos de la esclavitud y (las leyes de segregación de) Jim Crow no desaparecieron de repente en los 60; que cuando las minorías expresan descontento, no están aplicando racismo a la inversa o corrección política; que cuando libran protestas pacíficas, no están exigiendo un trato especial sino el trato equitativo que nuestros fundadores prometieron”, resumió.
Defendiendo su legado
El discurso televisivo sirvió no sólo para trasladar su mensaje de agradecimiento sino también para defender su legado y ofrecer ideas para trazar el futuro rumbo del país.
Obama enumeró avances como la tasa de desempleo más baja en casi diez años; el fortalecimiento de la industria automotriz; la mayor trayectoria de creación de empleos; el restablecimiento de las relaciones diplomáticas con Cuba; el desmantelamiento del programa nuclear iraní, y la muerte del terrorista de Al Qaeda y cerebro del 9/11, Osama bin Laden.
A esa lista agregó la legalidad de los matrimonios homosexuales en todo EEUU, y el hecho de que 20 millones de estadounidenses adicionales ahora tienen cobertura médica a través de “Obamacare”. Esa parte del discurso fue una aparente respuesta a las promesas de su sucesor, el republicano Donald Trump, de revertir “Obamacare”, los alivios migratorios, diversas regulaciones, y otros logros políticos de Obama.
En las postrimerías de su presidencia, Obama también ha adoptado medidas contundentes, como la imposición de sanciones adicionales contra Rusia, en represalia por sus esfuerzos de “hackeo” para influir en los comicios presidenciales del pasado 8 de noviembre.
Con su discurso de despedida, Obama continuó la tradición establecida por el primer presidente de EEUU, George Washington, en 1796, quien además sentó el precedente de una pacífica transferencia del poder.
Poder ciudadano
Al cerrar el último capítulo de su presidencia, Obama instó a los estadounidenses a seguir teniendo “fe” y luchando por el cambio, ya sea discutiendo ideas en persona con otros –no en inútiles discusiones en internet-, organizándose en sus comunidades, o postulándose a puestos públicos.
“Esa fe que deposité hace años, no lejos de acá, en el poder de estadounidenses comunes de suscitar el cambio, ha sido premiada en formas que no podía haber imaginado”, dijo Obama, en su último discurso nacional diez días antes de dejar el poder.
Obama advirtió de que la democracia no es perfecta y queda mucho por hacer para reducir la polarización política, y ampliar las oportunidades económicas en zonas rurales y barrios pobres y para personas que se sienten abandonadas por el sistema.
“Les pido que mantengan la fe escrita en nuestros documentos fundacionales… un credo en el centro de todo estadounidense cuya historia no se ha escrito: Sí se puede. Sí pudimos. Sí se puede”, dijo.
Lágrimas de agradecimiento
Con los ojos humedecidos, Obama agradeció el apoyo de los votantes, de su personal y en particular de su esposa, la primera dama, Michelle Obama, y sus hijas, Sasha y Malia.
"Of all that I’ve done in my life, I’m most proud to be your dad." —@POTUS to Malia and Sasha #ObamaFarewell https://t.co/JLR06l27pJ
— White House Archived (@ObamaWhiteHouse) January 11, 2017
“Has hecho que la Casa Blanca sea un lugar que pertenece a todos… me has hecho orgulloso. Has hecho orgulloso al país”, dijo Obama al dirigirse a su esposa en primera fila, mientras Malia se secaba las lágrimas.
Obama también elogió al vicepresidente Joe Biden, a quien describió como un “hermano” y amigo, y como “la primera y mejor opción” que tuvo como compañero de fórmula en 2008.
Una elección histórica
Contra todo pronóstico, Obama ganó la presidencia en 2008 y se convirtió en el primer presidente negro en la historia de EEUU, con su eslogan de “esperanza y cambio”, un mensaje que además le granjeó el Premio Nobel de la Paz en 2009.
Obama ganó la reelección en 2012, aunque su partido terminó perdiendo el control de la Cámara de Representantes en 2010, y el del Senado en 2014, lo que sirvió de traba sustancial para concretar algunas de sus promesas electorales.
Su discurso se produjo en vísperas de que su sucesor, el republicano Donald Trump, ofrezca en Nueva York, el miércoles por la mañana, su primera rueda de prensa desde julio pasado, para hablar de sus planes para evitar conflictos de intereses entre sus negocios y las políticas de su eventual gobierno.
Trump asumirá la presidencia el próximo 20 de enero tras tomar juramento del cargo en el Ala Oeste del Capitolio. La Casa Blanca informó de que Obama y Trump viajarán juntos hacia el Capitolio para el evento.