Concacaf, la comparsa de la FIFA e Infantino
La zona enviaría al doble de equipos, pero pasar de primera ronda seguiría siendo un sueño...
Imaginar siquiera a equipos como Surinam, Puerto Rico, Guyana o San Vicente y las Granadinas en una fase final de Copa del Mundo es un esfuerzo bastante surreal, sin embargo desde hace unas horas un escenario posible para una FIFA que busca más dinero engrosando su lista de estelares con meras comparsas, podría abrirles las puertas del evento a representativos de la Concacaf de ‘segunda línea’.
Se prevé que los cupos asignados a la zona serán 6.5 o hasta 7 (por un eventual repechaje con Asia) para las eliminatorias del Mundial de 2026. De tal manera que equipos como Guatemala, Trinidad y Tobago, El Salvador, Canadá, Jamaica y Haití tendrían posibilidades de colarse a la fiesta si estas medidas comenzaran a aplicarse desde este ciclo hacia Rusia 2018; y por supuesto, los seis que disputan tres y media plazas en el hexagonal, todos ya con experiencia mundialista (la mitad, esenciales para la FIFA: México, Estados Unidos y Costa Rica).
Curiosamente, la fluctuación podría ser mayor en la parte ‘alta’ de la lista, donde ya quedó claro que las distancias que antes parecían insalvables, hoy ya se han borrado; sin embargo esto poco importa cuando se tiene un margen de seis posiciones que se traduce en menor dramatismo y más zonas de confort que podrían aprovechar los ‘chapines‘ o la ‘selecta‘ con sendos equipos en renovación y que podrían crecer en cuatro o más años para aspirar a un boleto directo, o los ‘catrachos‘, equipo que ahora dirige el colombiano Jorge Luis Pinto y que ha demostrado con argumentos que puede ser ya un invitado habitual a la cita de la FIFA.
Por si esto fuera poco, la eventual inclusión en el Mundial de los equipos ‘emergentes’ de Concacaf –algunos que ya asistieron a una fase final reciente como Haití, Jamaica o Trinidad; o Cuba en 1938– no abonaría en nada al espectáculo. Se trata pues de representativos que irían sólo a cumplir y a ‘hacerle el caldo gordo’ a Gianni Infantino, pues en condiciones naturales se atoran en el filtro que supone el hexagonal final por una simple y sencilla razón: el desarrollo del fútbol permanece inmóvil en esta zona de eliminación de la FIFA, donde la moneda corriente son los dólares de la especulación y no precisamente los goles o el espectáculo. Nada nuevo.