Obama abre un nuevo capítulo como ciudadano privado

Pero dijo que seguirá luchando por la justicia social

Barack Obama

Barack Obama Crédito: EFE

WASHINGTON.- En cuestión de horas, el presidente Barack Obama  dejará atrás la “burbuja” de la Casa Blanca y el encorsetado ambiente de la política para convertirse en “un ciudadano más”, pero con el potencial de seguir promoviendo las causas que lo catapultaron al poder en 2009 desde sus días como activista comunitario en Chicago.

Tanto en su discurso de despedida como en su última rueda de prensa, Obama (2009-2017) aludió al poder ciudadano para seguir luchando por la justicia social, aún sin tener una idea precisa de lo que hará ahora con todo su tiempo libre, sin las ataduras del gobierno.

“Probablemente seguirá siendo el líder de facto de su partido por ahora, particularmente porque los demócratas no controlan nada a  nivel federal. Deja la presidencia relativamente popular, con una tasa de aprobación en los 50, así es que si habla de ciertos temas es muy probable que la gente, especialmente los demócratas, lo escuchen”, dijo a este diario Geoffrey Skelley, analista de la Universidad de Virginia.

Con la cabellera encanecida, una hija lista para la universidad y otra que se graduará de secundaria en 2019, Obama y su familia se trasladarán a un barrio afluente en el sector de Kalorama en la capital estadounidense, siempre con la protección del Servicio Secreto.

No es secreto que en encuentros privados en la Casa Blanca, Obama solía sondear a sus amigos sobre el papel que debería asumir al dejar la presidencia pero, claro está, por ahora es una “obra en marcha”.

El miércoles pasado, Obama consideró que sería oportuno expresarse sobre asuntos que contravengan los “valores fundamentales” de EEUU, cuando haya “discriminación sistemática”, restricciones al voto, esfuerzos institucionales para silenciar a la prensa, o esfuerzos por deportar a los “DREAMers”.

Sus prioridades este año, precisó, incluyen tomar un tiempo de descanso, hacer un poco de escritura, celebrar su 25 aniversario de bodas, y disfrutar un “tiempo valioso” con sus hijas Sasha y Malia.

Autor de tres libros biográficos, se prevé que entre sus proyectos figure la publicación de sus memorias y otros libros que le generan millonarias sumas.

Muchas rutas en su mapa

Durante sus ocho años en el poder, Obama dedicó buena parte de su atención a asuntos como el control de las armas, la expansión de la cobertura médica, la mejora de la educación, la lucha contra el cambio climático y las desigualdades raciales, la promoción de la paz mundial, y otros retos que aquejan a la primera potencia del mundo.

Con apenas 55 años de edad al dejar la Casa Blanca, Obama pasará ahora al “club” de los cinco expresidentes más jóvenes en la historia de EEUU, título que en su momento también ostentaron Theodore Roosevelt, Ulysses S. Grant, John F. Kennedy y Bill Clinton.

Así, Obama, que además deja la presidencia con una alta tasa de popularidad, podría incursionar en cualquiera de las causas que enarboló desde el Ejecutivo y tener un impacto a gran escala, aseguran expertos.

¿Qué hicieron sus antecesores?

Desde 1929, cada mandatario termina erigiendo una biblioteca presidencial –la de Obama se construirá en Chicago- que sirve como memoria colectiva y depósito de documentos, fotografías y demás artefactos que dan testimonio de su legado.

También ofrecen discursos, escriben libros y memorias, y se entregan a una causa o proyecto social que deje huella, ya sea en Estados Unidos o a nivel global, según el Centro Miller de la Universidad de Virginia.

Clinton (1993-2001), por ejemplo, creó la fundación que lleva su apellido para promover asuntos como el combate global contra el sida y el desarrollo social en países pobres, además de cobrar fuertes sumas por sus discursos en actos privados.

George W. Bush (2001-2009) creó un instituto que lleva su nombre, en defensa de la educación, los veteranos, el empoderamiento de las mujeres, y la salud global, aunque también ha sorprendido a propios y extraños con su afición a la pintura.

Ronald Reagan (1981-1989) se jubiló a su lujoso enclave angelino en Bel Air y supervisó la construcción de su biblioteca presidencial en Simi Valley (California). En general, mantuvo una vida bajo el radar, y falleció en 2004 tras una larga lucha contra el mal de Alzheimer´s.

Jimmy Carter (1977-1981) creó el “Centro Carter” en la Universidad Emory en Atlanta (Georgia), que desde 1982 promueve la democracia y los derechos humanos en el mundo, además de que colabora con Habitat Humanity para proyectos de vivienda para gente pobre.

El mandatario ya puso en marcha la creación de la fundación que llevará su nombre, pero se desconocen los detalles de los programas que incluirá.

En noviembre pasado, Obama hizo un llamado a la acción durante una conferencia telefónica con partidarios y exactivistas del grupo “Organizing for America”, en la que les pidió dejar los lamentos por la derrota electoral y organizarse, y prometió volver a las trincheras “para generar todo tipo de grandes cosas”.

“Tengo toda clase de pensamientos e ideas sobre esto… mi punto es que sigo encendido (“fired up”) y listo para actuar, y espero que todos ustedes también lo estén”, dijo en esa ocasión.

A nadie sorprendería que Obama continúe haciendo apariciones públicas que combinen su afamada oratoria con su experiencia, popularidad y conexiones, para promover las causas que lo inspiraron como organizador comunitario en las calles de Chicago (Illinois) en la década de 1980.

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