Lo que gana y pierde Peña Nieto si cancela visita a Donald Trump
La encrucijada del mandatario mexicano
¿Viajar o no viajar? Esa es la pregunta que se hace México.
Luego de que el mandatario de Estados Unidos, Donald Trump, firmó este miércoles una orden ejecutiva para construir un muro en la frontera entre ambos países, la visita de Enrique Peña Nieto el próximo martes 31 de enero a la Casa Blanca empezó a ser cuestionada desde varios sectores.
Los planteamientos sobre la cancelación del viaje no dejaron de surgir pero por el momento el gobierno mexicano no ha emitido ningún comentario.
“Se le estará recibiendo con un portazo en la nariz. Lo menos que podría hacerse en estas condiciones es no acudir”, señaló el fundador del izquierdista Partido de la Revolución Democrática (PRD), Cuauhtémoc Cárdenas.
Margarita Zavala, aspirante presidencial del conservador Partido Acción Nacional (PAN) y esposa del exmandatario Felipe Calderón (2006-2012), señaló que la visita se debe “reconsiderar” pues el anuncio del muro antes del viaje de Peña Nieto constituye una “ofensa”.
Trump: “Podemos mejorar la relación”
“Estamos en medio de una crisis en nuestra frontera sur. El aumento sin precedentes de inmigrantes ilegales de América Central está dañando tanto a México como a Estados Unidos”, señaló Trump este miércoles.
“Y creo que los pasos que estamos dando ahora”, apuntó, “mejorarán la seguridad en los dos países“.
“Trabajando juntos en comercio, seguridad fronteriza y cooperación económica, realmente creo que podemos mejorar la relación entre nuestros dos países a un nivel no visto antes, ciertamente no en mucho tiempo”, agregó.
Pero en México difícilmente alguien vea esas declaraciones en un tono conciliatorio.
Pese a que dijo sentir “gran admiración por el pueblo mexicano”, durante su campaña electoral había tildado de “criminales” y “violadores” a los inmigrantes mexicanos.
Trump aseguró que cuando se reúna con Peña Nieto hablará con él para colaborar en desmantelar los carteles y evitar el cruce ilegal de la frontera de armas y dinero.
El anuncio de Trump se dio el mismo día en que el canciller mexicano, Luis Videgaray, y el secretario de Economía, Ildefonso Guajardo, se reunieron en Washington con altos funcionarios del gobierno para, entre otras cosas, preparar la visita de Peña Nieto.
¿Viajar o no viajar?
Las preguntas ahora pasan por si habrá encuentro o no, cómo quedará el presidente en caso de visitar a Trump y si decide suspender el viaje, y si el muro podría hacer que se quemen los puentes.
“No hay condiciones para tener un diálogo serio”, le dice a BBC Mundo el senador del PRD Armando Ríos Piter, quien considera que Peña Nieto no debe viajar y que sus emisarios deben retornar inmediatamente pero que se puede “mantener un contexto de diálogo en un menor perfil”.
“Se pierde mucho en lo interno (si el presidente viaja), donde la sociedad mexicana no sólo ve una condición poco favorable sino agresiva de la administración estadounidense”, explica Ríos.
Sin embargo, para Roy Campos, director de la firma de opinión Consulta Mitofsky, es necesario esperar el reporte de los enviados a Washington: “Una cosa es el tono público y otro el privado, ese donde le expliquen realmente qué pretenden, qué beneficios puede tener México. Estoy inclinado a que sí debe ir, salvo que Videgaray le dé un reporte muy negativo sobre la forma como nos van a tratar”.
“La opinión pública no quiere que vaya, nunca un personaje en México había tenido tan mala imagen como Trump. Entonces enfrentarse a Trump a lo mejor te levanta algo de simpatía, pero un presidente de México no tiene que tomar las decisiones así”, opina.
En un momento en que el presidente tiene una popularidad apenas superior al 10%, algunos consideran que Trump podría servirle a Peña Nieto. “Aunque no lo quieran, es momento de unirnos (…) Le puede convenir a Peña siempre y cuando lo asuma, vaya o no vaya, si va que se porte como un presidente de los mexicanos y si se queda que diga por qué se queda”.
De cancelar la visita se puede enviar un mensaje de “firmeza” y “dignidad”, considera el analista político y profesor del Centro de Investigación y Docencia Económicas (CIDE), José Antonio Crespo.
“Decirle (al gobierno de Trump) en estas condiciones, con esos ataques sistemáticos, esa falta de diplomacia, no se puede llegar a ningún lado, no hay un ambiente adecuado para negociar en términos favorables para ambos países, eso ya no parece negociación sino imposición”,
“Si se cancela y Trump dice que no hay ya negociación”, añade, “vamos a perder mucho, pero es lo que de todas maneras vamos a perder si seguimos por ese camino”.
Más temprano, en una entrevista con la cadena ABC, Trump había dicho que México “reembolsará” a EE.UU. el costo del muro, cuya construcción comenzará “en meses”, y que el gobierno de Peña Nieto ha negado en reiteradas ocasiones que no pagará.
“Ni confrontación, ni sumisión”
El vocero de la Casa Blanca, Sean Spicer, señaló este miércoles que el objetivo “es iniciar el proyecto, lo antes posible usando fondos existentes” y “luego trabajar con el Congreso en un calendario de financiamiento”.
Peña Nieto anunció en un acto el lunes los lineamientos para relacionarse con el gobierno de Estados Unidos. “Ni confrontación, ni sumisión. La solución es el diálogo y la negociación”, había dicho.
Tras la luz verde de Trump al muro, es probable que el presidente mexicano deba volver a evaluar y decidir cómo manejar a un vecino poderoso, hostil e impredecible.
“Estamos abiertos al diálogo todo el tiempo, no lo vamos a cerrar”, opina Crespo, “pero no en estas condiciones, porque así no se puede negociar nada favorable digno para México, en esas condiciones no nos sentamos, cuando quieran que lo hagamos manden condiciones de respeto”.
(*) Alberto Nájar colaboró en la producción de este artículo.