Una estudiante latina alegó haber sido violada por su profesor; hoy ha recibido $1.15 millones

Reportó el incidente al campus, pero las autoridades de ésta "voltearon la mirada"

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Crédito: UC Santa Cruz

Luz Portillo estaba a solo horas de recibirse como licenciada en estudios latinoamericanos de la Universidad de California en Santa Cruz (UCSC), y para celebrar la ocasión, una compañera y su profesor la invitaron a salir de copas. Pero la violación sexual que prosiguió la noche le impidió llegar a su ceremonia de graduación y hasta la fecha le impide poder mostrar su diploma obtenido en 2015 con orgullo.

Tal es el alegato que Portillo planteó contra un profesor de esta universidad en el norte de California, un caso que esta semana se cerró con el acuerdo del sistema UC de otorgar $1.15 millones a la exalumna del plantel, tornándose así uno de los montos más elevados acordados en un caso de violación sexual ocurrido en un campus universitario de EEUU.

El acuerdo funge como soplo de vida para Portillo, pues desde 2015 hasta el martes 1 de febrero, cuando sus abogados anunciaron la victoria en el caso de negligencia contra el sistema educativo, su vida permaneció en pausa, interrumpida ante los acontecimientos que ella asegura le ocurrieron la noche del pasado 13 de junio de 2015.

Esa noche, según el alegato de Portillo, Hector Perla Jr., un profesor adjunto del Departamento de Estudios Latinoamericanos, la llevó a ella y a otra estudiante a Loma Prieta Winery para probar vinos, una salida en celebración de que pronto se convertiría en licenciada por segunda vez.

Durante el evento, “Perla alentó [a Portillo] a consumir grandes cantidades de vino, lo que la hizo intoxicarse gravemente y perder su memoria”, dice la querella. Los tres entonces acudieron a la residencia de la otra estudiante, “donde proveyeron a la demandante con más vino. Los dos [profesor y estudiante] entonces “participaron en actos sexuales no consensuales con Portillo, quien estaba gravemente intoxicada hasta el punto de que ella no estaba plenamente consciente”.

“Tuve que convertirme en mi más fiel defensor. No quería pasar desapercibida”, contó la mujer, de ahora 24 años, a Buzzfeed News. “Recibí muy poca ayuda de parte de mi universidad, pero he cobrado fuerza gracias a otras mujeres en otras escuelas que no callaron haber sido víctimas de una agresión sexual”.

Según Portillo, Perla había recibido notoriedad por invitar a los estudiantes a tomar cervezas, que en una ocasión dio clase en un bar, y que supuestamente había tenido relaciones amorosas con otras estudiantes.

“Al igual que muchas otras instituciones más altas, UCSC volteó la mirada cuando se dio cuenta de que Perla estaba cazando estudiantes universitarios”, dijo el abogado de Portillo, John Kristensen, a Buzzfeed News, añadiendo que la escuela “deliberadamente ignoró” las denuncias de acoso sexual por parte del profesorado.

“No hubo investigación y no se hizo el intento de proteger a los estudiantes posteriores de [Perla]”, agregó.

Entonces emitió la demanda civil bajo el Título IX de la Enmienda Educativa de 1972 establecida por el Departamento de Educación de Estados Unidos. Bajo tal título, la escuela está sujeta a actuar de manera acorde y oportuno ante un alegato de acoso sexual contra un estudiante en el campus.

Según Portilo, UCSC fue negligente y descartó los alegatos que ella inicialmente presentó contra el profesor y la otra estudiante.

El martes, el sistema público de educación superior de California acordó pagar la suma millonaria a Portillo para cerrar el caso.

Ese mismo día, en un mensaje a la comunidad universitaria, funcionarios de la universidad dijeron que habían actuado rápidamente en respuesta a las acusaciones e inmediatamente pusieron a Perla bajo licencia administrativa, y después de una extensa investigación, él mismo presentó su renuncia el 1 de junio.

Santa Cruz ha experimentado un aumento en reportes de agresión sexual, lo cual vertió más fondos a su oficina del Título IX el verano pasado, alrededor del tiempo en que Portillo presentó su caso, según una declaración de la universidad.

De 2015 a 2016, la oficina recibió 233 informes y abrió 46 investigaciones formales, de 181 informes y 22 investigaciones el año escolar anterior.

A pesar de que hay más estudiantes reportando asalto sexual en el campus, Portillo dijo que las escuelas aún albergan a los profesores y les permiten renunciar sin dañar su historial.

Portillo actualmente se prepara para ser aceptada a una escuela de leyes, algo que había archivado después de su presunto asalto.

El proceso, dijo, ha sido difícil pero fortalecedor.

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