Editorial: Miedo, confusión y caos
La dificultad de hoy es discernir entre lo cierto, lo falso y lo especulativo en un ambiente de confrontación, creado desde el gobierno, que ve a los medios de comunicación como si fuera una oposición política.
Donald Trump hace amplio uso de las órdenes ejecutivas. Crédito: Shawn Thew-Pool | Getty Images
Dos semanas después de iniciar sus cuatro años de gobierno, la administración Trump ha logrado un éxito: generar en la población confusión, extrañeza, asombro y especialmente, alarma.
Estos sentimientos son los que justificadamente se ven entre la población inmigrante. A esta altura de los acontecimientos sería hasta contraproducente calmarla diciendo que aún se debe dar más oportunidades a la Casa Blanca.
El accionar del nuevo gobierno se manifiesta a través de comunicados de prensa, edictos y una multitud de tuits por parte del nuevo presidente. La avalancha de noticias dibuja un cuadro de un gabinete que puede ser de extremistas, ineptos, maquiavélicos… o todo eso juntos.
La dificultad de hoy es discernir entre lo cierto, lo falso y lo especulativo en un ambiente de confrontación, creado desde el gobierno, que ve a los medios de comunicación como si fuera una oposición política. La actitud de Trump y su equipo que surgió en la campaña, se agravó ahora en el gobierno.
Los dichos, contradichos, acusaciones y controversia sobre el uso de la palabra “prohibir” (traductor: ban) utilizada por el mandatario y su gente en la orden para limitar el ingreso de una categoría de musulmanes al país, son un ejemplo de la confusión creada desde el mismo gobierno para achacar después las culpas a los periodistas.
Esta situación en el tema migratorio es inquietante. Se ha reportado recientemente que en la Casa Blanca se están considerando dos medidas que afectarían directamente a los inmigrantes en las áreas laborales y de prestaciones sociales. La manera caótica con que se manejó el tema de los musulmanes, que llegó a perjudicar a los residentes legales, es como para alarmar a otros inmigrantes cuando hay rumores sobre posibles acciones en su contra.
Es difícil determinar si esta es una filtración de alguien que quiere sabotear la acción gubernamental, revelándola antes que se produzca, o si es una prueba: dar a conocer una posible acción, para medir su impacto, como suelen hacer los gobiernos.
El clima de incertidumbre creado por la administración Trump con sus acciones, palabras y supuestas confusiones es inquietante. El retorno de la confianza solo vendrá si nuestra comunidad latina y sus aliados se unen en torno a la defensa de los inmigrantes y los trabajadores.
