Comienzan las obras en el río Santa Ana y el éxodo de desamparados
Casi un centenar de personas no abandonaron el área pese a los avisos del condado y han quedado aisladas por la construcción de una valla
El Departamento de Obras Públicas comenzó este miércoles los trabajos proyectados en el margen este del río Santa Ana para mejorar la protección contra inundaciones a lo largo de 75 millas de vía fluvial entre San Bernardino y el océano Pacífico.
Las obras buscan transformar unos terrenos que son propiedad del condado adyacentes a una carretera entre las avenidas Chapman y Orange en un área de almacenamiento de arena y bloques utilizados en el control de inundaciones del río.
A lo largo de las últimas dos semanas las autoridades locales han colocado avisos alertando a los desamparados que acampan en la zona sobre las obras que estaban próximas a empezar y la necesidad de que despejaran el cauce del río.
También avisaron de que el acceso a la zona sería bloqueado, pero algunos de los entre 200 y 250 desamparados que viven allí desoyeron las indicaciones, y según reporta la ACLU del sur de California casi un centenar se han quedado atrapados después de que se construyera una cerca de seis pies de altura delimitando el área.
Antes de que los obreros llegaran el miércoles con las escolleras de piedra que se almacenarán allí, unos 10 trabajadores se presentaron en el lugar y ayudaron a los indigentes a recoger sus pertenencias y despejar el margen del río, reporta The O.C. Register.
Se les ofreció transporte gratuito a los albergues para personas sin hogar en Santa Ana y Fullerton así como espacios donde almacenar temporalmente sus pertenencias, contó al medio Carrie Braun, responsable de comunicación pública del condado de Orange, quien resaltó que los canales de control de inundaciones no son lugares seguros para vivir.
“Nuestra agencia sanitaria y el equipo dedicado a los desamparados del sheriff vinieron y pidieron colaboración voluntaria”, dijo Braun. “Ha habido señales dispuestas desde el 25 de enero informando a quienes acampan en el área sobre el proyecto… Les han ofrecido servicios que les proporcionan la posibilidad de quedarse en un albergue. Algunos decidieron aprovechar la oportunidad y otros no“.
Los activistas en favor de los desamparados señalan que los albergues se llenan muy rápido, tienen restricciones relativas a la posesión de mascotas o la cantidad de bultos que puede llevar una persona y no cuentan con un número suficiente de camas para alojar a todos los indigentes del condado, estimados en unos 4,500.
El Supervisor del condado Shawn Nelson, cuyo distrito abarca el campamento de personas sin hogar del río, defiende que el condado tiene derecho a reclamar el terrero y aseguró que están trabajando rápidamente para abrir un nuevo albergue para los desamparados en la primavera.
“Estamos haciendo los mayores esfuerzos que hemos hecho nunca para lidiar con el desamparo”, contó a KPCC.