Investigar el caso Flynn hasta las últimas consecuencias

En 1947, George Kennan, politólogo y estratega, denunció el expansionismo de la ex Unión Soviética y propuso una “política de contención” de largo plazo para inicialmente debilitarla y luego destruirla.

En su famoso artículo, “Las fuentes del comportamiento soviético”, publicado en la revista internacional Foreign Affairs, Kennan sostuvo:
“El elemento principal de cualquier política de Estados Unidos hacia la Unión Soviética debe ser a largo plazo, paciente pero firme y vigilante de la tendencia de la contención rusa expansiva”

A casi 70 años de la publicación de su artículo, el peligro de la expansión de Rusia (parte principal de la Unión Soviética durante la Guerra Fría) es una realidad inobjetable.

A diferencia de la Unión Soviética,la cual trató de expandir gobiernos comunistas alrededor del mundo, la Rusia de Vladimir Putin está interesada en crear gobiernos autoritarios.

Para darle fortaleza a su plan expansionista, Putin se deshizo de sus enemigos políticos al interior de su país. Luego estableció un sistema de gobierno que le ha permitido tomar decisiones desde el Kremlin sin ningún control. Está al frente del gobierno Ruso –como Presidente y Primer Ministro— desde 1999 hasta hoy. Su dictadura es real y parece que no tiene fin.

En 2014 decide instigar las fuerzas separatistas de Ucrania y procede a anexar Crimea por medio de una invasión. Tanto la Unión Europea como el gobierno de Barack Obama simplemente miraron su osadía y nunca hicieron nada sustancial para detenerlo.

En septiembre de 2015, después de un error táctico de la Administración Obama de no crear una zona de no-vuelos, Putin decide intervenir en la guerra civil de Siria. Como resultado, el gobierno estadounidense perdió influencia y Rusia, por el contrario, se ubicó como un actor determinante en el Medio Oriente.

Sin embargo, la estrategia más intrépida de Putin se llevó a cabo en propio territorio estadounidense. Donald Trump se alzó victorioso debido a la intervención de los informantes y jaqueadores de Putin. Fue un “golpe de Estado” de larga distancia a través del internet.

Hoy, el país está en crisis debido a que Putin tiene un títere en plena Casa Blanca. El hecho de que el general Michael Flynn fue pescado con las manos en la masa negociando información con el embajador de Rusia quiere decir que no es el único involucrado.

Todo parece indicar que Flynn recibió órdenes de sus jefes para detallar información jaqueada de los rusos que aparentemente harían daño a Trump. Es imperativo investigar y juzgar a Flynn por traición a la patria. Y, si es posible, enjuiciar en el Congreso al propio Trump.

Humberto Caspa, Ph.D., es profesor e investigador de Economics On The Move. E-mail: hcletters@yahoo.com