Fue un domingo deportivo de locura en el área de Los Ángeles
Angels lograron una remontada increíble, Lakers ganaron en el tiro final y Long Beach vibró con su Gran Premio
Hacía mucho tiempo que el área de Los Ángeles no vivía un día en los deportes como el del domingo; una jornada llena de acción y emoción. Y no estamos contando la victoria de Sergio García en el Masters de golf, o el récord de Russell Westbrook en la NBA.
El improbable triunfo de los Angels en un juego que llegaron a estar perdiendo hasta por siete carreras contra los Marineros de Seattle en Anaheim encabezó el domingo de locura.
Los Angels, que completaron una tremenda primera semana de temporada en las Grandes Ligas, llegaron abajo 9-3 al noveno inning. Pero el dominicano Albert Pujols bateó un jonrón –el 592 de su carrera– para hacer el 9-4. Danny Espinosa impulsó una carrera con rola de out para el 9-5.
El cubano Yunel Escobar remolcó dos anotaciones con doblete para el 9-7. Pujols, de nuevo en la caja de bateo, empató el marcador con sencillo de dos carreras ante el delirio de los fans, antes de que Cliff Pennington sacara un largo imparable al derecho para ganar el juego; siete carreras en la novena entrada.
“Venir desde atrás de esa forma es una de esas victorias mágicas que probablemente sólo suceden unas cuantas veces al año. Fue algo bueno”, dijo Pennington.
De acuerdo con datos de ESPN, las probabilidades de los Angels de ganar el partido antes de la novena entrada eran de 0.3%.
Fiesta en el Honda Center
A no muchos pasos de distancia del Angel Stadium, en el Honda Center, también hubo celebración, porque los Ducks de Anaheim de la NHL vencieron 4-3 a los Kings de Los Ángeles en tiempo extra y conquistaron por quinto año consecutivo el campeonato de la División Pacífico de la Conferencia del Oeste.
De tal forma que el Condado Orange tuvo un domingo fantástico con sus dos equipos.
Un enceste para sobrellevar el luto
En el Staples Center, D’Angelo Russell encestó un triple mientras el tiempo expiraba tras aprovechar un rebote ofensivo de Julius Randle y los Lakers ganaron su cuarto juego seguido, 110-109 sobre los Timberwolves de Minnesota.
La jugada decisiva fue especialmente dulce para Russell porque por la mañana había recibido la noticia de la muerte de su abuela, con la cual tenía una relación muy cercana. Tras su canasta ganadora, el armador lagunero corrió a abrazarse con familiares a un sector de las gradas visiblemente emocionado.
El triunfo opacó los 41 puntos de Andrew Wiggins y 40 de Karl-Anthony Towns, jóvenes estrellas de Minnesota, que sólo pudieron ver cómo el tiro de Russell pegaba en el aro y se elevaba para luego caer por las redes ante el júbilo de los aficionados puestos de pie.
Los Lakers mejoraron a 25-55, mientras que Phoenix tiene 24-57, es decir, que Los Ángeles está a un triunfo de evitar el peor récord de la Conferencia Oeste, aunque eso en realidad no les conviene en cuanto al sorteo para el siguiente Draft de la NBA.
Salvó la vida y hoy es campeón
En Long Beach, el canadiense James Hinchcliffe se agenció la victoria en el 43 Gran Premio de Long Beach de la serie IndyCar tras haber tomado la delantera en la vuelta 63 y aventajar a Sebastien Bourdais, quien llegó a la meta apenas 1.4 segundos detrás.
Hace un par de años, Hinchcliffe por poco pierde la vida en un accidente durante una práctica de las 500 Millas de Indianapolis, quedando fuera el resto de esa temporada. La pronta reacción de un asistente le detuvo la hemorragia que pudo ser fatal.
Luego el canadiense, ya recuperado, se dio a conocer al participar en el popular show “Dancing with the Stars”, acabando en segundo lugar.
“Esta pista ha sido muy buena para mí a través de los años”, dijo Hinchcliffe. “Tuve mi primer podio de la categoría Atlantic aquí, mi primera victoria de Indy Lights aquí, mi primer ‘top five’ y mi primer podio de IndyCar. Es un lugar en el que siempre he querido estar en lo alto. Poder finalmente estar en el círculo de la victoria es sensacional”.