Padres de Prichard Colón entablan demanda por $50 millones
Reclaman al médico que le autorizó al boricua seguir peleando y a los promotores de la pelea del pasado 17 de octubre de 2015
Los padres del boxeador Prichard Colón sometieron hoy miércoles una demanda que reclama compensaciones por $50 millones al médico que le autorizó a seguir combatiendo el pasado 17 de octubre de 2015 en Fairfax, Virginia, así como contra los promotores del cartel del cual el púgil salió seriamente lesionado y quedó en estado comatoso y vegetativo.
La demanda, copia de la cual Primera Hora recibió una imagen, fue sometida en la Corte Superior del Distrito de Colombia y alega un malpractice del Dr. Richard Ashby por fallar en detener la pelear tras evaluar al púgil en el séptimo asalto a pesar que el boricua se estuvo quejando de los golpes ilegales que recibió durante todo el combate. Según la demanda, en el momento Colón le indicó a Ashby que se encontraba mareado y sufría de dolores en la parte de atrás de la cabeza, éstos productos de la continua andanada de golpes ilegales que le tiró Terrel Williams en el combate.
También figuran como demandandos los copromotores del evento HeadBangers Boxing y DiBella Entertainment, por estos no haber provisto a un médico competente y con cualificaciones necesarias para atender la vigilancia en el combate.
ESPN fue quien primero publicó el tema de la demanda. Y en entrevista con el programa Outside the Lines, el abogado de los padres de Colón, Ari Casper, señaló que cuando un médico escucha a alguien hablar de mareo y de dolor de cabeza por causa de un trauma al área, la obvia decisión es enviar al paciente a un hospital.
“Cuando es oye hablar de mareo y de dolor en la parte posterior de la cabeza luego de un trauma, un médico enviaría al afectado al hospital”, dijo Casper. “Y lo más importante, sería que hay causa de alarma porque se sabe que él va a seguir recibiendo castigo en la cabeza en el resto de la pelea”.
Casper indicó que el reclamo es por un mínimo de $50 millones para poder cubrir los gastos astronómicos que existen para el mantenimiento y cuidado del púgil, quien necesita asistencia las 24 horas del día.