Editorial: Plan de salud, un retroceso

Los republicanos solo piensan en bajar las primas sin importar el impacto en la salud de la gente

WASHINGTON, DC - FEBRUARY 28:  (AFP OUT) U.S. President Donald J. Trump (C) delivers his first address to a joint session of the U.S. Congress as U.S. Vice President Mike Pence (L) and Speaker of the House Paul Ryan (R) listen on February 28, 2017 in the House chamber of the U.S. Capitol in Washington, DC. Trump's first address to Congress focused on national security, tax and regulatory reform, the economy, and healthcare. (Photo by Jim Lo Scalzo - Pool/Getty Images)

WASHINGTON, DC - FEBRUARY 28: (AFP OUT) U.S. President Donald J. Trump (C) delivers his first address to a joint session of the U.S. Congress as U.S. Vice President Mike Pence (L) and Speaker of the House Paul Ryan (R) listen on February 28, 2017 in the House chamber of the U.S. Capitol in Washington, DC. Trump's first address to Congress focused on national security, tax and regulatory reform, the economy, and healthcare. (Photo by Jim Lo Scalzo - Pool/Getty Images) Crédito: Jim Lo Scalzo | Getty Images

Hace tiempo que la eliminación y el reemplazo de la Ley de Cobertura de Salud (ACA) del expresidente Obama se convirtió en una negociación política de urgencia, sin importar cuán perjudicial es para los estadounidenses.

La nueva propuesta, cuya meta es ser votada hoy, no cambia nada de la medida anterior, en la que millones de estadounidenses perderían el seguro médico que ahora tienen. Es más de lo mismo con algunos cambios cosméticos.

La primera propuesta surgida de la Cámara de Representantes mantenía aspectos importantes del ACA que protegen a los pacientes, como la atención con enfermedades preexistentes y un paquete mínimo de cobertura. Los republicanos más conservadores lo rechazaron diciendo que esa protecciones encarecían las primas.

La nueva propuesta mantiene las protecciones a nivel federal, pero le otorga a los Estados el derecho a eliminarlos. Esta medida representa lo peor de un acuerdo al intentar satisfacer opiniones contrarias. Los moderados lo rechazaron lo que era un maniobra política que ponía en riesgo la salud de sus votantes.

Esta propuesta era tan mala para el estadounidense medio que los legisladores que la redactaron crearon una excepción para ellos y su personal. O sea, si un gobernador decide eliminar las protecciones federales, un empleado local legislativo tendrá a salvo su cobertura.

Es una idea tenebrosa el permitir que las empresas de seguro rechacen a quienes tienen enfermedades preexistentes, y serias, para que vayan a parar en grupos de cobertura de alto riesgo. La experiencia recuerda que en esos casos las primas fueron muy elevadas y la cobertura muy pobre para estos pacientes.
El que se otorgue momentáneamente más dinero para la cobertura de los grupos de alto riesgo, para obtener un respaldo de los moderados, no altera nada.

La prioridad republicana es bajar el costo de las primas del seguro a toda costa sin alterar el precio de servicios en la cadena proveedora de atención médica. La oferta es como la de un restaurante que para bajar el precio de la comida da porciones más pequeñas y con menos ingredientes.

El problema es que la cobertura de salud no es menú de lo que la persona quiere hoy, sino una protección de lo impredecible, de las enfermedades y accidente que antes del ACA llevaban una familia a la bancarrota.

La medida es un retroceso que perjudica a todos.

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