¿Hubo un artículo en especial que llevó a la tumba a Javier Valdez?

El periodista y escritor mexicano, especialista en temas de narcotráfico fue asesinado a tiros en Culiacán, Sinaloa

javier valdez

Es el sexto periodista asesinado en los últimos meses en México Crédito: EFE

MÉXICO – La penúltima edición impresa de RíoDoce abrió con un artículo titulado “Dámaso López y la fiesta de los Chapitos”, un seguimiento editorial que autorizó Javier Valdez, el fundador del semanario especializado en cobertura del narcotráfico en Sinaloa asesinado el pasado lunes por desconocidos que le atinaron exactamente 12 balazos.

La nota de opinión que Valdez autorizó para su publicación giró en torno a los hijos de Joaquín “El Chapo” Guzmán, Archivaldo y Alfredo, a quienes los consideró los beneficiarios de la reciente aprehensión de Dámaso López “El Licenciado”, otrora amigo y pieza clave en la estructura de mando en el Cartel de Sinaloa.

“Los menores ganaron”, resumió sobre la lucha entre Dámaso y Los Chapitos que mantenía en Sinaloa en un baño de sangre.

El artículo criticaba de paso el estilo de mando de las nuevas generaciones, más violentas, menos negociadoras y más inmaduras para llevar el cartel, tal y como Valdez explicó previamente en entrevista con este diario y es parte del vasto trabajo periodístico que, en su totalidad, puso las balas en el cuerpo del escritor de siete libros sobre el Cártel de Sinaloa.

“No sabemos si fue uno en especial o si todo lo que escribía o autorizaba para publicar colmó el vaso”, afirman algunos de sus colegas.

Poco menos de un mes atrás, el periódico había llevado en portada una entrevista con “El Licenciado” –a través de un colaborador de éste- en la que pedía tregua y apelaba a las dotes de negociador del capo histórico Ismael “El Mayo” Zambada y la captura de un sicario desconocido.

En esa ocasión, cuando los diarios comenzaron a repartirse en los estanquillos, un grupo de desconocidos iba detrás de los repartidores para comprar todos los ejemplares. “Fue muy extraño”, reconoció Valdez. “Eso nunca nos había sucedido”.

En ese entonces, aunque se consideró una intimidación clara, RíoDoce siguió trabajado como siempre y el fundador en el reporteo igual que siempre. Incluso en su última columna (Malayerba, que se publicaba desde su fundación) habló sobre los métodos que “El Licenciado” tenía para seleccionar a sus mejores golpeadores, a sus mejores sicarios.

Detalló que el método se llamaba “Bola Negra” y consistía en golpear hasta romper algunos huesos a adictos en rehabilitación entregados por los familiares a su gente. Habló de un muchacho apodado “El Demonio” a quien incluso le cortaron la espalda, le abrieron la cabeza y, para curarlo sólo le dieron un paracetamol. Luego se convirtió en el golpeador favorito de Dámaso hasta que volvió a recaer y le dieron otra tunda.

Andrés Villarreal, jefe de información de Río Doce, sostiene en entrevista con este diario que no se han detenido a pensar exactamente cuál de toda la información que manejaba Javier Valdez en el semanario y La Jornada, el diario nacional para el que era corresponsal, pero “no tiene dudas que fue el trabajo periodístico” lo que lo llevó a la tumba.

“Nuestro equipo está devastado, dolido y no hemos pensado demasiado en qué fue lo que pasó sino en que tenemos que sacar el número impreso del próximo domingo porque así lo hubiera querido Javier”.

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