Más allá de “bad hombres”, ICE y la Patrulla Fronteriza arrestan a quien tengan más a mano
Recientes arrestos a inmigrantes sin antecedentes penales que acuden a tratar de legalizarse o luego de ser víctimas en un accidente de tránsito reflejan el cambio en política: arrestar al que se pueda.
Tener un accidente de tráfico se ha convertido en una situación de “alto riesgo” para muchos indocumentados, como muchas otras actividades de rutina que antes eran relativamente seguras: ir al trabajo, llevar los hijos a la escuela, simplemente salir a la calle, puede resultar en un encuentro fortuito con un agente de la ley y terminar en manos de ICE, la Agencia de Inmigración y Aduanas.
Así le pasó a Raul Fernando Quiroga, un argentino residente en Miami que fue entregado a la Patrulla Fronteriza tras tener un accidente menor de auto en el norte de esa ciudad. Quiroga manejaba la camioneta de Javier Reyes, un amigo suyo de muchos años, cuando el carro que venía enfrente suyo frenó y él se estrelló contra su parte de atrás.
Reyes comentó telefónicamente que se presentó en el lugar de inmediato cuando Quiroga le avisó de lo que había ocurrido y que se encontró con que el policía -state trooper- ya había tomado los datos al accidentado, que Quiroga tenía la licencia de manejar vencida y que la Patrulla Fronteriza venía en camino al lugar del accidente.
“Cuando llegué el policía me regañó por haber prestado mi carro y me dijo que el Border Patrol venía en camino. Yo le pregunté si era necesario, y él me dijo que al enviar los datos por la computadora la Patrulla Fronteriza quedó sobre aviso”, dijo Reyes. “Lamentablemente en estos casos parece que siempre se llevan a gente honesta, el no tenía problemas con la ley ni nunca fue arrestado por inmigración, casi nunca agarran a los malos de verdad”.
Se calcula que hay por lo menos 100,000 personas con órdenes de deportación que podrían ser buscadas y arrestadas por ICE y la Patrulla Fronteriza, sin embargo las agencias parecen enfocadas en arrestar al que esté más a mano, sin importar las prioridades ni las condiciones, según han señalado observadores y activistas.
Van sumando casos de “redadas silenciosas”
Quiroga está en el centro de detención de Broward, el lugar donde llevan a detenidos de inmigración sin delitos o con infracciones menores como manejar sin licencia. Allí espera su deportación “acelerada” sin derecho a defenderse ante un juez, porque como argentino entró en 2001 con el llamado “visa waiver”, una ley especial que permitía a personas de ese país venir sin visa previa.
La activista de Florida Natalia Jaramillo dijo a La Opinión que este caso se suma a otro reciente, en el que un inmigrante hondureño que fue arrollado en su bicicleta por un conductor, fue interrogado sobre su estatus migratorio por el policía que asistió al lugar del accidente antes incluso de preguntarle si necesitaba ir al hospital. Esto también ocurrió en Florida, en Key West.
Jaramillo dijo que no está claro cómo la Patrulla Fronteriza se enteró del accidente de Quiroga, ya que no estaba al tanto de que existiera ningún tipo de “sistema automático” de notificación, que enviara información desde una patrulla policial a la patrulla fronteriza. “De haber tenido una orden de deportación hubiera salido cuando el policía metió sus datos”, dijo la activista.
Atrapando a más que “bad hombres”
Si bien el presidente Donald Trump prometió durante su campaña enfocar las actividades deportadoras en los “bad hombres” o delincuentes, la órdenes ejecutivas dictadas cuando ya era presidente ampliaron considerablemente el campo de acción de las autoridades migratorias a cualquier persona sin papeles que entre en contacto con las autoridades.
La cantidad de casos de inmigrantes con largo tiempo en el país que han sido arrestados a pesar de no tener ningún record criminal y de contar con largo tiempo y familia en Estados Unidos ha ido aumentando. La deportación de este tipo de migrantes fue desincentivada por órdenes del ex presidente Barack Obama a partir de 2014, pero ha aumentado notablemente bajo el actual gobierno.
Entre el 20 de enero y el final de abril, las autoridades migratorias arrestaron a 10,800 indocumentados sin antecedentes penales, en comparación a solo 4200 en el mismo período el año pasado, cuando Obama aún era presidente.
Este martes, activistas acusaron al director de Seguridad Nacional John Kelly de mentir cuando insiste que su agencia se está encargando principalmente de arrestar a “delincuentes peligrosos”.
“Una mentira dicha varias veces no se convierte en verdad. Cada día vemos nuevos ejemplos provenientes de diversas partes del país que prueban que Kelly no tiene idea de lo que están haciendo sus agentes o simplemente se rehúsa a decir la verdad”, dijo Lynn Tramonte, subdirectora del Fondo Educativo de America´s Voice, con sede en Washington.
America´s Voice califica de “redadas silenciosas” los arrestos que se han venido dando cuando los inmigrantes se acercan a las autoridades migratorias, como el caso de Julian Motino, casado con una ciudadana y que se acercó a la oficina de USCIS en Cincinnati para iniciar el papeleo de residencia legal en Estados Unidos.
“La pareja se estaba reuniendo con agentes de USCIS que aprobaron su solicitud de ajuste por matrimonio, pero tan pronto salió al pasillo, agentes de ICE lo interceptaron y se lo llevaron”, señaló un comunicado de la organización cabildera. “Julián paga sus impuestos, sostiene a dos hijos ciudadanos, no tiene record criminal y está intentando arreglar sus papeles”.
Desde que Trump tomó posesión, ha habido numerosos casos de arrestados durante citas anuales con ICE y en ocasiones personas arrestadas al acudir a tribunales a pagar multas y otros tipos de trámites. En muchos casos se trata de personas con órdenes previas de deportación, pero cada vez se reportan más incidentes como los mencionados en esta nota, donde no había una orden previa al respecto.