Familia demanda a médico forense por identificar erróneamente a su hijo
La familia del condado de Orange pagó $20,000 para sepultar a un desconocido
En mayo, una familia del condado de Orange se reunió para sepultar a Frank Kerrigan, un hombre que padecía una enfermedad mental y había elegido vivir en las calles.
El médico forense llamó a la familia de Frank el 6 de mayo para informarles de su muerte. Su cuerpo, dijo el médico forense, había sido encontrado en frente de una tienda de Verizon en la ciudad de Fountain Valley. La identidad del occiso, agregó, fue confirmada usando sus huellas digitales.
A la familia se le proporcionó un acta de defunción e un informe de la autopsia del occiso, el cual informaba que Frank había muerto a causa de un agrandamiento del corazón, así como líquido en los pulmones.
Carol Meikle, hermana de Frank, fue hasta la tienda donde se dijo que murió a orar por su hermano.
Once días después de enterrar a Frank, su familia recibió otra llamada. La voz en el auricular pedía disculpas, pues se había cometido un error.
Frank estaba vivo.
Carol se cayó de rodillas. La familia se vio envuelta en una nube confusión y alegría.
Desde entonces, la familia de Frank ha contratado a dos abogados del bufete Easton & Easton, LLP para demandar al médico forense por negligencia.
Además del peso de pensar que había muerto su ser querido, dijo el abogado Brian Easton, la familia de Frank gastó $20,000 para enterrar a un desconocido.
La demanda alega que Frank recibió un trato distinto por ser indigente y padecer de problemas de salud mental. Incluso, dijeron los abogados, las huellas dactilares no fueron utilizadas para identificarlo.
La familia de Frank vio el cuerpo del occiso unos días antes del funeral, pero era difícil reconocerlo.
La persona que fue enterrada por la familia de Frank ha sido identificada.