El costoso paso de empezar un negocio

Algunas de las facturas que se pagan llegan como una sorpresa porque no son gastos que sean evidentes a quienes se enamoran de sus ideas empresariales

Ahorros. Una línea de crédito avalada por la casa. Dinero prestado de familia y amigos. Premios, becas, asociaciones. En algunas ocasiones, hay quien puede tener una línea de crédito de un banco pero son los menos. En algunas entrevistas con empresarios latinos, algunos de ellos han acudido a pequeños préstamos de intereses altos y el uso de tarjetas de crédito personales.

La mayoría de los emprendedores saben que para abrir un negocio, por pequeño que sea, se necesita dinero. Aunque no se alquile un local, aunque el negocio sea en Internet, aunque los gastos de inicios sean pequeños o se quieran mantener modestos para lanzar un producto.

Solo la estructura de la sociedad obliga al desembolso de un capital para gastos administrativos y de registro. Hacerse con un dominio en la Red y mantenerlo es otro de los gastos. Por mucho que se quiera ahorrar en el proceso, los empresarios, sea su iniciatia la que sea — aunque algunas son más caras que otras–, se encuentran más a menudo de lo que quisieran abriendo la cartera. Y algunos costos no son lo facil de prever que uno quisiera o pueda intuir en un rudimentario plan de negocio porque hasta que no se inicia el camino “ni se sabe lo que no se sabe”.

Muchos de los costos dependen de la región en que se encuentre cada uno (porque son gastos administrativos) y de la línea de negocio, no es lo mismo abrir un restaurante que un negocio de venta de ropa en Internet. La mayoría de quien tiene un plan de negocio sabe que tendrá gastos de capital y operativos, pero hay algunos costos que no son tan evidentes, que comparten todos los emprendedores independientemente de qué hagan y van emergiendo de las sombras tan pronto como se empieza a echar a rodar la idea. Aquí dejamos una lista de algunos de los más frecuentes.

  • Investigación y costos de oportunidad. Muchas personas con una idea que se transforma en un negocio están tan enamoradas de ella que disfrutan del tiempo que le dedican pero poner esa idea en marcha implica investigar mucho el mercado, las evoluciones, el público, la clientela, etc, y eso es un costo de tiempo que no se dedica a otras cosas y que tiene valor. Se puede subcontratar, pero se ha de pagar. El costo de oportunidad es lo que se paga por hacer una cosa mientras no se hace otra y esto es algo que quienes son autoempleados y tienen que enfocar su atención a cuestiones tan necesarias como tediosas, tienen que ponderar.
  • Impuestos. Aunque el dinero no llegue, no se tengan beneficios, aún hay que pagar impuestos y si se es autoempleado hay que estar al dia con las contribuciones del seguro social y Medicare.
  • Ayuda profesional. Además de las consultorías que pueden o no evitarse, es casi ineludible retener los servicios de un abogado para registrar la corporación, una marca, una patente, obtener un permiso, para saber si se está cumpliendo con la legalidad en lo que se hace. La otra persona que debe estar en la agenda del emprendedor es el contable y experto en impuestos y dependiendo del negocio, un contratista de confianza o un experto en mercadotecnia o medios sociales.
  • Calificación crediticia. Es un costo potencial. Una cuestión a cuidar en momentos en los que no es fácil por los dsembolsos previstos e imprevistos. Antes o después, si se está avanzando, hay que pedir un crédito y tener una buena historia crediticia personal y del negocio no solo permite o no obtener un crédito sino el costo de este. Es una cuestión a vigilar y que el emprendedor no puede pasar por alto. Muchas personas que financian sus pasos con tarjetas deben extremar el cuidado a la hora de mantener baja la deuda con respecto a la línea de crédito y pagar todo de forma puntual. Cuando los negocios son jóvenes, muchos prestamistas no solo mirarán el report crediticio de la empresa sino también del emprendedor. Cuanto más alta la puntuación, mejor.
  • Seguros. Quizá uno de los costos que menos contemplan los emprendedores es el de un seguro. No es algo que se necesite inmediatamente a no ser que se tenga mucho inventario que se pueda echar a perder, por ejemplo. Pero si es importante si se hace una importante inversión material o hay un local o vehículo. Los negocios en la Red no deben desdeñar la necesidad de tener un seguro que puede ser importante por motivo de seguridad. Si los últimos ataques cibernéticos no son una fuerte llamada de atención, la actividad normal de los piratas en las Redes tienen que dar que pensar a quienes tienen datos de clientes en sus sistemas y no solo pueden perderlos sino también encontrarse con demandas de clientes.
  • Promoción profesional. No hay emprendedor que haya pasado por estas páginas que no haya señalado a lo que se conoce como “networking” como algo esencial en el mundo de los negocios. Conocer a más personas dentro y fuera del sector en el que se está, aprender de otras experiencias y conocer a personas que pueden abrir puertas, son algunas de las ventajas de una actividad que requiere tiempo y posiblemente la asociación dentro de cámaras de comercio locales en las que se organicen eventos. Lo inevitable es compartir una bebida en estos eventos. Y eso también entra dentro del presupuesto.

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