Sufrió quemaduras en acción policial, pero eso puede no haber sido lo peor
Nelson estuvo inmovilizado por la policía contra un pavimento a más de 150 ºF
El pasado 23 de junio agentes de policía de Citrus Heights recibieron diversas llamadas informándoles de que una persona, identificada como James Bradford Nelson III, estaba comportándose de forma violenta e inadecuada en un restaurante KFC localizado en el bulevar Auburn en el condado de Sacramento.
Los oficiales llegaron e inmovilizaron a Nelson contra el asfalto del aparcamiento, que ese día alcanzaba los 170 ºF, provocándole quemaduras de segundo y tercer grado en el rostro, piernas, estómago y nalgas. La piel humana “se destruye” a partir de 162 ºF, según el Servicio Meteorológico Nacional, y un huevo comienza a freirse cuando alcanza los 144 grados.
Después de pasar tres días inconsciente, según sus familiares, estuvo ingresado durante siete semanas en el hospital y dos más en un centro de rehabilitación. Ahora que se ha recuperado parcialmente se enfrenta a cargos por intento de robo y resistencia a la autoridad, lo que podría significar una pena de prisión en la cárcel del condado.
Nelson padece esquizofrenia paranoica, lo que según su abogado le hace actuar de forma descontrolada cuando no está siendo medicado, como sucedió aquel día. Ahora que debe entregarse a las autoridades y responder ante sus cargos, sus padres temen que su condición médica empeore en la cárcel.
Los padres de Nelson han pedido una investigación sobre la conducta de los oficiales involucrados en las lesiones de su hijo, las cuales todavía limitan su movilidad. “Tengo que vivir con estas cicatrices por el resto de mi vida. Me despierto y me pregunto cómo y por qué me pasó esto”, dice Nelson a The Sacramento Bee.
De acuerdo con sus padres, Nelson solo es culpable de “actuar fuera de control” durante un episodio psicótico. “Me gustaría que esos cargos desaparecieran y que los oficiales que hicieron esto a James fueran reprimidos”, expresó a The Sacramento Bee su madre Tarsha.
Nelson se enfrenta a cargos de intento de robo bajo la influencia de sustancias y resistencia a la detención. Nada nuevo en su record criminal. Durante los últimos 10 años ha sido acusado de delitos graves de robo, robo y hurto, y delitos menores de posesión de drogas, entre otros.