Garita de San Isidro iniciará última fase para su ampliación

Se planea empezar con los trabajos este 23 de septiembre

Cada día transitan por la garita de San Isidro cerca de 70,000 vehículos y 20,000 peatones. / getty. / Getty

Cada día transitan por la garita de San Isidro cerca de 70,000 vehículos y 20,000 peatones. / getty. / Getty  Crédito: Getty Images

Estados Unidos presentó esta semana la última fase del proyecto de expansión de la garita de San Ysidro, que conecta Tijuana (México) con San Diego (California) y que agilizará el cruce de vehículos y peatones en el puerto internacional más transitado del mundo.

La Administración General de Servicios (GSA) dio a conocer detalles del proyecto, que inició en 2009 y se espera que cueste cerca de $700 millones.

Este plan, aunque a la larga resultaría un alivio, implica para los próximos dos años inconvenientes en el tránsito diario para miles de personas que viven y trabajan en esta región fronteriza a partir este mes —que inician las obras.

“Nuestra meta es darle a [las autoridades de aduanas] una instalación de primer nivel que los ayude a ser mucho más eficientes”, con un tráfico dentro del cruce más ágil y que se traducirá “en menos esperas”, dijo Ramón Riesgo, director de proyecto de GSA.

Se estima que a diario más de 70,000 vehículos y 20,000 peatones cruzan este puesto fronterizo; sin embargo, según un estudio de la Asociación de Gobiernos de San Diego (Sandag), cada año esta región fronteriza pierde más de $7,000 millones y 60,000 empleos a consecuencia de demoras en el cruce internacional.

De acuerdo con los planes previstos, una vez concluido el proyecto, la garita de San Ysidro aumentará de 12 a 32 líneas de acceso para peatones y de 24 a 33 carriles para autos que ingresan desde México a Estados Unidos.

Esto impulsará el desarrollo económico de la denominada “megaregión”, además de facilitar la dinámica cotidiana de miles de personas que cruzan la frontera por razones educativas, laborales, recreativas o sociales, reiteraron autoridades estadounidenses.

Debido a que el número de personas que ingresa a EEUU desde México ha ido en aumento en los últimos años las autoridades no pueden precisar en cuánto se reducirán los tiempos de espera una vez que concluya el proyecto, ya que dependerá de la demanda.

El arranque de esta última fase, programado para el 23 de septiembre, traerá consigo un “mal necesario”, como es el cierre total de 57 horas
—desde ese día hasta las 12:00 p.m., del 25 de septiembre— de acceso vehicular hacia México a través de la aduana mexicana El Chaparral.

Este será el primer cierre programado de esta frontera, ya que antes, solo se había interrumpido el paso cuando a principios de 2017 se registraron una serie de protestas del lado mexicano por el alza del precio de los hidrocarburos, lo que generó caos vehículos en la zona.

Durante este lapso, la ruta alterna hacia México será por la garita de Otay Mesa, al este de San Diego, o a través de los puertos peatonales, los cuales no se verán afectados por este cierre temporal.

Este tiempo permitirá a las autoridades estadounidenses iniciar los trabajos necesarios para conectar el trafico de autos desde las autopistas al sur de San Diego hasta la aduana mexicana.

“Cuando esté listo el nuevo y mejorado puerto de entrada se podrá agilizar considerablemente el flujo de personas y comercio, pero el llegar a eso requerirá un poco de dolor”, reconoció Laurie Berman, directora de distrito del Departamento de Transporte de California (Caltrans).

Los inconvenientes no terminarán con aquellas 57 horas de cierre, ya que una vez que culmine este periodo, se reducirá el número de carriles en el cruce vehicular de San Ysidro hacia México hasta 2019, cuando se entregue el proyecto en su totalidad.

En 2019

cuando acabe el proyecto, el número de líneas hacia Tijuana aumentará de cinco a 10 carriles, confirmaron las autoridades.

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