Persecución en México contra los “chefs de la yerba“
México no tiene regulaciones para la venta de marihuana en dulces
MÉXICO – Pasteleros mágicos, cocineros canábicos, reposteros verdes, chefs de la yerba… en los últimos años se ha popularizado en México el negocio de la marihuana en postres de todo tipo, principalmente a base de harina como panqués, hot cakes o muffins, mientras una legislación permite sólo la producción medicinal.
En consecuencia, cada semana al menos uno de estos pasteleros son víctimas de persecución en el país por parte de autoridades que actúan al llamado de inconformes o por criterio propio y con una aplicación laxa y poco clara de la ley.
En las últimas horas, la Secretaría de Seguridad Púbica de la CDMX anunció que detuvo a una muchacha de 16 años que vendía panqués en el Colegio de Ciencias Humanidades Vallejo (una de las preparatorias anexas a la Universidad Nacional Autónoma de México) por denuncias del director del plantel, una práctica común entre los estudiantes que lleva décadas sin ser regulada.
En entrevista con este diario, estudiantes de la Máxima Casa de Estudios reconocen que la venta de los pasteles mágicos y otros estupefacientes es literalmente el pan de todos los días en los planteles de la universidad y siempre ha sido en el mismo lugar y con la misma gente.
“Las autoridades de seguridad de la universidad saben donde están y hasta son sus amigos, saben que los vendedores se ponen entre el paso del anexo de la Facultad de Ingeniería y una zona conocida como Las Islas y en el Jardín Digital“, cuenta Brenda Segura, estudiante de Ciencias Políticas.
Pero la UNAM no es la excepción sino la regla en un país que en los últimos 28 años la población consumidora de marihuana pasó del 3% al 8.6% según el Instituto de Atención para las Adicciones.
El jueves pasado, la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) reportó que sus militares decomisaron en el municipio de Ixtlahuacan del Río, en la frontera entre Jalisco y Zacatecas, el decomiso de 30 kilogramos de marihuana en una casa conocida como “La Narcorrepostería’’ donde encontraron hornos de pan y confitería.
El legislativo mexicano se debate hace años entre seguir el ejemplo de algunos estados de la Unión Americana o seguir con la política restrictiva sobre el uso de la marihuana para asuntos recreativos, pero hasta ahora sólo ha autorizado la producción para fines medicinales y despenaliza el consumo hasta ciertas dosis.
“No obstante al verlo en alimentos creen que caen menos riesgo en caer en adicción, pero no es así”, informó Marcela García Torres, fiscal central para la Investigación para la Atención del Delito de Narcomenudeo de la CDMX.
“Siempre habrá alguien que ya la consumió y que le va pretender enseñar. El compañero o el amigo que se siente más experimentado que tiene la calidad del líder que puede controlar al grupo que para pertenecer a ese grupo social, escolar, aceptan el consumo”, señaló García Torres.