“Chuy” García quiere ser un “catalizador” del cambio en el Partido Demócrata
El comisionado del condado Cook ya inició su campaña por el escaño que dejará vacante el congresista Luis Gutiérrez
WASHINGTON— Jesús “Chuy” García vive en el mismo barrio latino de Chicago (Illinois) al que emigró de niño desde México hace 52 años, conoce íntimamente las luchas del distrito 4, y no le asusta sacudir los cimientos del Partido Demócrata y del “establishment” político en Washington que, según aseguró este miércoles, necesitan reformas.
Hijo de braceros mexicanos, “Chuy” García, el actual comisionado del Condado Cook, estuvo muy cerca de desbancar en 2015 al alcalde demócrata, Rahm Emanuel –lo obligó a una inaudita segunda vuelta- y ahora se alista para conquistar el escaño que dejará vacante el congresista Luis Gutiérrez, quien anunció ayer su jubilación en 2018 tras casi 25 años en la Cámara de Representantes.
En entrevista telefónica hoy con este diario, García, que se describe como alguien que respira las causas progresistas avanzadas por el exprecandidato presidencial, Bernie Sanders, consideró que los demócratas deben aprovechar el impulso obtenido en los comicios del pasado 8 de noviembre en bastiones republicanos como Virginia, y adoptar reformas.
El partido debe reconocer “que solo así podremos maximizar el ambiente para avanzar nuestra agenda… estoy optimista de que, con mi relación con Bernie Sanders y el congresista Keith Ellison (vicepresidente del Comité Nacional Demócrata), podré ser un catalizador para ese tipo de cambios dentro del partido y dentro del Congreso”, aseguró.
Según García, líderes demócratas como Donna Brazile obligarán al partido a “abrazar o arropar a una coalición más amplia”, y eso requiere que acepte las reformas avanzadas por Sanders durante la convención nacional de julio de 2016.
García, de 61 años, hizo campaña por Sanders en varios estados durante las primarias, y cree que la reciente tormenta política causada por Brazile respecto a la presunta manipulación de las primarias, forzará a una autocrítica del partido.
Por otra parte, García dijo confiar en que su experiencia política, desde sus inicios como activista comunitario hasta su actual cargo como comisionado, serán su mejor arma para vencer a los tres o cuatro rivales que surjan para las primarias de marzo de 2018.
El plazo de inscripción para la contienda por el distrito 4 de Illinois vence el próximo lunes, y García ya tiene al menos dos rivales que circulan peticiones para entrar en la papeleta.
“Espero que mi larga trayectoria de compromiso a favor de la comunidad sea una marca distintiva, también mi trayectoria legislativa en distintos niveles de gobierno. Estuvimos muy cerca de ganar la alcaldía –lo más cerca que ha llegado un latino-, y creo que ésas son ventajas”, señaló.
La campaña de García obtuvo el espaldarazo de Gutiérrez ayer en una conferencia de prensa en Chicago, algo que no logró en 2015 cuando el comisionado se postuló para la alcaldía, porque el congresista ya había dado su apoyo a Emanuel.
Sin embargo, García recordó que con Gutiérrez han sido aliados en muchas causas desde sus inicios bajo la administración del fallecido alcalde de Chicago, Harold Washington, en la década de 1980.
Su lealtad como carta de presentación
Sobre todo, continuó García, su “lealtad con el pueblo” y su capacidad para construir coaliciones, en un distrito en el que conviven mexicanos, boricuas y centro y sudamericanos -está casado con una puertorriqueña- es, a su juicio, su mejor carta de presentación.
El distrito 4 es un indiscutible bastión demócrata que incluye a la Ciudad de los Vientos y partes del Condado Cook, con fuerte presencia de mexicanos y puertorriqueños que respaldaron de forma abrumadora a Gutiérrez en sus 13 términos en el Congreso.
Guiado por un guión netamente progresista, García adelantó que su plan político en la “era de Trump” incluirá su lucha por la representatividad política, en contra de la corrupción, el racismo y la discriminación, y a favor de los derechos de las mujeres, los inmigrantes y las minorías.
Como padre de tres hijos y abuelo de seis nietos, además, prometió seguir impulsando medidas para el avance de las familias trabajadoras.
Preguntado sobre cómo enfrentará el ambiente de hostilidad en Washington hacia una reforma migratoria, García respondió que no es ajeno a las pugnas políticas ni le asustan, porque ya las vivió cuando estuvo en el senado estatal en 1992, y, a su juicio, la mejor vía es el trabajo bipartidista.
“En la asamblea legislativa de Illinois me tocó trabajar con republicanos y con afroamericanos, legisladores de distintas regiones del estado, y logré que se aprobaran varias propuestas haciendo alianzas y coaliciones”, explicó.
Es que, para sobrevivir en climas hostiles como el que vive Washington, es importante tener “el temperamento para cruzar fronteras” metafóricas, y tender puentes para lograr soluciones consensuadas, puntualizó.