Editorial: Conservadores ganan en el primer año de Trump
El primer año de Trump deja un balance letal para los inmigrantes
El vaso del primer año de la presidencia de Donald Trump está lleno si se es un conservador. Para el resto de los estadounidenses está vacío y lo estará por un largo tiempo.
Este fue un período tormentoso dentro de la Casa Blanca que será imposible de olvidar. Las intrigas del poder, las controversias por el carácter del presidente y la investigación sobre la influencia rusa fueron una noticia constante.
La ineficiencia es una de esas palabras que puede identificar la administración Trump por lo visto a lo largo del año. Pero no es así.
Los resultados de esta presidencia son un sueño conservador.
La selección del juez Neil Gorsuch a la Corte Suprema de Justicia culminó la maniobra del líder del Senado, Mitch O’Connell, que impidió por muchos meses que el expresidente Obama reemplace al fallecido juez Antonin Scalia. El triunfo de Trump coronó la acción al elegir a un joven juez conservador que mantendrá la línea de Scalia por muchos años mas.
El Congreso de mayoría republicana y la Casa Blanca estuvieron a contramano casi todo el año. Los problemas actuales con el presupuesto y el fracaso para eliminar la Ley de Cobertura Médica son el mejor ejemplo.
Es lamentable que no ocurriera lo mismo con los impuestos. La reforma se hizo a la apurada en dos meses. Varios legisladores votaron en favor sin siquiera saber que decía la ley. Lo que se supo es que fue un regalo gigantesco al sector privado y a los más pudientes, a costa de un déficit fiscal y del contribuyente medio.
Trump a través de órdenes ejecutivas y acciones especiales legislativas comenzó a desmantelar las regulaciones que protegen a los estadounidenses de la contaminación del aire y del agua, normas beneficiosas para los trabajadores y la defensa de los consumidores y usuarios. La gente perteneciente a industrias y religiosos cristianos impusieron quedaron a cargo en áreas del gobierno.
Finalmente, la persecución de los indocumentados es la pesadilla de esta administración. Los grupos más inti inmigrantes, racistas y neonazis celebran la estigmatización de los inmigrantes, de los musulmanes y los comentarios repugnantes de Trump al respecto. El Presidente no los defraudó este año.
En resumen, el primer año de la presidencia de Trump aseguró un rumbo del Poder Judicial, el Legislativo reformó el código impositivo y el Ejecutivo desregula con el propósito de “deconstruir el Estado administrativo”.
Lo trágico es que la mayoría de los votantes que participaron en la pasada elección se oponían a esta agenda. Por cuestiones del Colegio Electoral, menos de 80,000 personas en tres Estados trajeron un retroceso social político y económico.
El balance del primer año de gobierno de Trump es una reflexión sobre la importancia, la urgencia del voto y sus consecuencias.