Trump impulsa plan contra violencia escolar con programa para armar a maestros

Más de 2,500 colegios y universitarios se sumarán el miércoles a una protesta nacional contra las armas

Debby Stout (i), cuya hija estaba en Marjory Stoneman Douglas High School cuando 17 personas fueron asesinadas, es abrazada por Lori Feldman durante una protesta contra las armas.

Debby Stout (i), cuya hija estaba en Marjory Stoneman Douglas High School cuando 17 personas fueron asesinadas, es abrazada por Lori Feldman durante una protesta contra las armas. Crédito: Joe Raedle | Getty Images

WASHINGTON— El presidente Donald Trump defendió este lunes su controvertido plan para reducir los tiroteos en los colegios, que incluye fondos para que los maestros puedan portar armas ocultas, pero desecha otras populares medidas que apoyó antes de su reciente reunión con la poderosa Asociación Nacional del Rifle (NRA).

La Casa Blanca divulgó anoche, sin bombas ni platillos, el plan de Trump, que omitió varias de las ideas que él mismo propuso durante su encuentro el mes pasado con líderes demócratas y republicanos de ambas cámaras del Congreso, en el que acusó a algunos de estar “petrificados” y temerosos de la NRA.

El plan fue divulgado en vísperas de una gran protesta nacional de estudiantes y maestros en escuelas y universidades para exigir medidas que puedan frenar masacres escolares, como la que dejó 17 muertos el pasado 14 de febrero en la escuela secundaria “Marjory Stoneman Douglas” en Parkland (Florida).

La Casa Blanca no ofrecerá un proyecto de ley específico sino que deja el asunto como tarea para el Congreso y los gobiernos estatales.

Ante las críticas que ha generado el plan, la portavoz de la Casa Blanca, Sarah Huckabee Sanders, insistió hoy en que Trump “no está dando marcha atrás” a sus ideas por oposición de la NRA sino que prefiere enfocarse en las que tengan apoyo inmediato en el Congreso, mientras sigue presionando por otras medidas incluso a nivel estatal.

Lo que ahora propone Trump

Para “endurecer” a los colegios y que no sean blanco de masacres, Trump propone que los estados ofrezcan capacitación en el uso de armas de fuego para ciertos maestros y empleados escolares. También los alienta a que adopten leyes para que la policía pueda, con una orden judicial, retirar armas de personas que sean una amenaza a la seguridad pública.

Pero el plan ya no contiene una expansión del sistema de revisión de antecedentes para compradores de armas ni tampoco un incremento, de 18 a 21 años, en la edad para la compra de rifles semiautomáticos.

El plan sí establece una comisión federal,  liderada por la secretaria de Educación, Betsy DeVos, para estudiar posibles cambios en las leyes sobre el control de las armas, incluyendo el incremento de edad.  No hay un cronograma específico, pero se prevé que las recomendaciones de la comisión puedan ser adoptadas en un plazo de un año.

En la actualidad, la ley federal autoriza la venta de rifles y escopetas para personas de al menos 18 años de edad, y la venta de pistolas para personas de al menos 21 años. Las ventas están autorizadas en concesionarios con licencia federal, así como en armerías, exposiciones, y por internet.

Trump aseguró hoy en Twitter que no hay “mucho apoyo político” para incrementar la edad para la compra de rifles de asalto, algo que tampoco respalda la NRA pero sí encuentra apoyo entre la opinión pública.

Su plan tampoco incluye específicamente la prohibición de la venta de dispositivos, conocidos en inglés como “bump stocks”, que sirven como aceleradores de disparos, aumentando la capacidad de las armas semiautomáticas.

En declaraciones a los periodistas, una fuente de la Administración dijo que esa medida no fue incluida porque el Departamento de Justicia ya ha iniciado pasos para cumplir con la orden de Trump.

En cuanto a la capacitación de maestros para portar armas ocultas, el Departamento de Justicia recurrirá a programas ya en marcha para que las autoridades policiales locales y estatales puedan ofrecer en las escuelas talleres de capacitación en el uso de las armas a “personal cualificado”.

La Casa Blanca también apoya que veteranos militares y de la policía puedan incorporarse a carreras de educación.

Varios demócratas criticaron el repliegue de Trump, y el legislador del quinto distrito de California, Mike Thompson, en particular, acusó al mandatario de dejarse intimidar por la NRA.

“Tal como temíamos, el presidente se ha dejado intimidar por la NRA, dándole la espalda a millones de estadounidenses que ya han sufrido la violencia de las armas, y a los muchos que son vulnerables”, dijo Thompson, presidente del Grupo de Trabajo de la Cámara de Representantes contra la Violencia de las Armas.

“La gente en toda nuestra nación está pidiendo una acción significativa, y la Casa Blanca simplemente está aparentando para apaciguar a su base”, se quejó Thompson, quien prometió impulsar medidas desde el Congreso para combatir la violencia de las armas y mejorar la seguridad en las escuelas y comunidades.

Thompson promueve una iniciativa para fortalecer el sistema de revisión de antecedentes para los compradores de armas que, contrario a otras medidas, incluye las armas a la venta en concesionarios, armerías, ferias, e internet. La medida tiene 200 co-patrocinadores, incluyendo republicanos.

La senadora demócrata por California, Dianne Feinstein, dijo hoy que Trump debería sentir “vergüenza” por haber agachado la cabeza ante la NRA y los intereses de grupos que defienden el negocio de las armas, a la vez que ridiculizó la idea de armar a maestros.

Por su parte, el líder de la minoría demócrata en el Senado, Chuck Schumer, dijo que la Casa Blanca “ha tomado pasitos de bebé diseñados para no inquietar a la NRA, cuando la epidemia de la violencia de las armas lo que requiere es pasos agigantados”.

Su bancada, aseguró Schumer, presionará por una reforma “universal” para la revisión de antecedentes de los compradores, más protecciones, y un debate sobre una prohibición en la venta de armas de asalto, que caducó en 2004.

El sendero legislativo

El Congreso tiene ante sí varias legislaciones para el control de las armas. En el Senado, una medida busca fortalecer el “Sistema Nacional de Revisión Criminal Instantánea” (“NICS”, por su sigla en inglés), denominada “Fix NICS”,  al exigir que las autoridades entreguen todos los datos relacionados con crímenes al sistema, so pena de multas.

Esa legislación ya tiene 62 co-patrocinadores, con lo que tiene prácticamente asegurada su aprobación, aunque por el momento no tiene fecha de voto.

Otra medida, que también tiene apoyo de la Casa Blanca, es el “Acta para Frenar la Violencia Escolar”, presentada en la Cámara de Representantes por el legislador republicano por Florida, John Rutherford, que establece fondos para educar a las escuelas sobre cómo detectar y denunciar posibles actos de violencia en los recintos escolares.

Grupos cívicos, incluyendo la Campaña Brady contra la Violencia de las Armas,  calificaron de “inadecuado” el plan de Trump y presionan por más medidas rigurosas, aunque no está claro que logren apoyo republicano.

Protesta nacional de estudiantes

Mientras, el grupo “EMPOWER” ha convocado a una protesta nacional el próximo miércoles, en la que centenares de miles de estudiantes de secundarias y universidades abandonarán las aulas para exigir un mayor control de las armas.

Los manifestantes pedirán al Congreso que prohíba la venta de armas de asalto –como la utilizada en la masacre de Parkland-; exija una rigurosa revisión “universal” de antecedentes de compradores de armas, y apruebe una ley que permita a las cortes eliminar las armas de personas con tendencias violentas.

La protesta nacional del miércoles, a la que ya se han apuntado 2,500 colegios y  universidades, durará 17 minutos, uno por cada víctima de la masacre en Parkland.

Fueron las presiones de los estudiantes las que obligaron a la legislatura estatal de Florida a aprobar una ley que aumenta la edad a 21 años para la compra de rifles.

Pero la NRA ha entablado una demanda contra el gobierno de Florida por esa ley, al argumentar que ésta viola la Constitución.

Durante muchos años, la NRA ha donado millonarias sumas a los políticos, buena parte de ellos republicanos -incluyendo Trump en 2016-, para frenar la aprobación de más restricciones federales a las armas, y también ha liderado campañas con la  misma meta en las legislaturas estatales.

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