La colonización de Marte reviviría viejos dilemas éticos en el ser humano

Se estima que se daría una situación similar a la que tuvieron los europeos al colonizar otras partes de la Tierra

Fotografía cedida por la NASA, fechada el 21 de febrero de 2009, que muestra Deimos, la más pequeña de las dos lunas de Marte.

Fotografía cedida por la NASA, fechada el 21 de febrero de 2009, que muestra Deimos, la más pequeña de las dos lunas de Marte.  Crédito: EFE | NASA

Habitar Marte conllevaría una serie de procesos tecnológicos que posibilitaran la supervivencia y encarar viejos dilemas éticos a los que ya se ha enfrentado antes el ser humano, contó el astrónomo mexicano Luis Aguilar.

El investigador de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) apuntó que, si el ser humano fuera a otro planeta, se daría una situación similar a la que tuvieron los europeos al colonizar otras partes de la Tierra.

De existir alguna forma de vida, habría que valorar desde el punto de vista ético si está bien alterarla y explotar su territorio, explicó.

Entonces, la posibilidad de expandir la humanidad a otro planeta vería un choque entre dos líneas de pensamiento distintas porque en caso de que hubiese vida microscópica o macroscópica “mucha gente podría decir: mejor lo modificamos (el planeta) para que sirva para nosotros”, expuso.

En cambio, la otra mentalidad argumentaría que “eso no es ético; nosotros estamos llegando como invasores, como intrusos, aunque la vida de ese planeta sea microscópica es la vida del planeta, con qué derecho lo vamos a modificar”.

“No porque algo sea posible tecnológicamente, significa que lo tenemos que hacer”, valoró el astrónomo.

Habitar un planeta significaría llevar a cabo el proceso conocido como terraformación, una serie de acciones que replicaran en la medida de lo posible, las condiciones de vida del planeta Tierra alterando la atmósfera y superficie del planeta a habitar.

“Se necesita que ya de por sí sea parecido a la Tierra, ya que si es muy diferente va a costar mucho hacer el proceso”, aclaró.

El más parecido por el momento es Marte, aunque presenta problemas tales como que “la atmósfera es muy poco densa, hace mucho frío y no existe el agua en forma líquida en la superficie”.

Por tanto, el científico explicó que hay que “aumentar la densidad de la atmósfera, hay que calentar el planeta y hay que hacer que pueda haber agua en la superficie”.

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UNAM

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