El calor y la sequía acaban con miles de árboles en las montañas de Santa Mónica
Al menos 9,000 robles y alrededor de 114,000 sicómoros, alisos y sauces han muerto debido a la sequía
Al menos 9,000 robles y alrededor de 114,000 sicómoros, alisos y sauces han muerto debido a la sequía. Así lo señala Rosi Dagit, una bióloga conservacionista de alto rango del Distrito de Conservación de Recursos de las Montañas de Santa Mónica.
Ella y su equipo comenzaron a monitorear los árboles en 2015 tras darse cuenta del problema. El año pasado, con la ayuda de las imágenes de teledetección de la NASA, pudieron ver cuán masiva fue la muerte de árboles entre 2013 y 2016. Durante ese tiempo hubo un aumento en el número de días con temperaturas superiores a los 95 grados.
“La combinación de la falta de lluvia y de la suma de estos días de calor extremo probablemente es lo que hizo que esta sequía sea tan mortal”, dijo Dagit. Entre las áreas perjudicadas está el Parque Estatal Topanga, uno de los parques urbanos más grandes de EEUU.
La pérdida de los robles significa menos sombra y pone en peligro la supervivencia de otras especies. “Hay más de 5,000 especies de insectos, 150 especies de aves, 105 especies de mamíferos y 58 especies de reptiles y anfibios que necesitan robles durante parte o la totalidad de su ciclo de vida”, dijo Dagit.
Desde 2012, el condado de L.A. no ha salido de la sequía a pesar de las precipitaciones del año pasado. Los robles pueden soportar la falta de lluvia, pero las elevadas temperaturas han tenido un efecto terrible.
Dagit recuerda que el cambio climático es real. Allí donde los robles han muerto, los biólogos necesitarán plantar otros árboles que puedan resistir el clima más cálido en el futuro.