Un año después del tiroteo de la Escuela Primaria North Park, un niño continúa recuperándose
"Tiene trastorno de estrés postraumático", dice su madre, al tiempo triste y agradecida
A las 10:30 am del pasado abril, Cedric Anderson, de 53 años, ingresó a la Escuela Primaria North Park, de San Bernardino, se dirigió a la clase de su esposa Karen Smith y abrió fuego, asesinando a la mujer, pero también a Jonathan Martinez de 8 años. Nolan Brandy, de 9 años, también fue blanco de los disparos.
“Estaba viendo televisión y vi un noticiero y ahí fue cuando me enteré. Inmediatamente comencé a llorar”, recuerda su madre, Rachel Brandy; “me enteré en el gimnasio de que había sido herido y teníamos que llegar al hospital”.
Nolan sobrevivió, pero, aunque sus heridas físicas se curaron, las internas perduran. “Tiene miedo de muchas cosas, teme a los ruidos así que tiene trastorno de estrés postraumático“, dice su madre, quien cuenta que el niño regresó a la escuela primaria North Park en agosto para comenzar el quinto grado. “Sentí que el apoyo era mejor que ir a otra escuela y conocer gente nueva y hacer que se aclimatara a una nueva situación”, dice Brandy respecto a la decisión de mantener a su hijo en el lugar del trauma.
Brandy, que ahora tiene 10 años, asiste a sesiones de terapia semanales. Ha sido un año de altibajos para la familia, con una mezcla de gratitud y tristeza. “Estoy agradecida de que mi hijo esté aquí, pero estoy triste de que el otro niño no lo esté. Parece que sí, no debería haber sucedido así, pero rezamos por ellos”, dijo Brandy.
Brandy hablará en un servicio conmemorativo para las víctimas en Sandals Church en San Bernardino mañana por la noche. Ella dijo que quiere compartir su mensaje de esperanza y gratitud con la comunidad: “solo quiero que la gente vea que, tras una terrible tragedia, la vida puede continuar. No es fácil, pero das un paso cada día y progresas”.