Los latinos en Rhode Island están reacios a participar en censo por pregunta sobre ciudadanía
Los funcionarios locales muestran preocupación porque podrían perder escaños
Los funcionarios de Rhode Island enviaron un cuestionario a los ciudadanos del condado que ha terminado creando polémica por una pregunta comprometida sobre si los encuestados son o no de origen estadounidense que la administración del presidente Donald Trump ha obligado a incluir por primera vez este año.
El mes pasado los residentes del condado de Providence recibieron por correo postal una carta en la que se les solicitaba contestar a 10 preguntas sobre su edad, raza y tamaño de su hogar.
Se trata de una prueba para que la administración pueda llevar el recuento de población decenal de la Oficina del Censo, que reformará el mapa del distrito del Congreso y determinará donde gastar el dinero de fondos federales.
Sin embargo, tras haber enviado los cuestionarios, la administración Trump sorprendió a los asesores del censo de Rhode Island al incluir una nueva pregunta para el censo de 2020 en la que se pregunta sobre la ciudadanía.
Con esto, los funcionarios se muestran preocupados por las interacciones con el gobierno federal ante la sospecha de que la cuestión de la ciudadanía podría ser ejercida en su contra.
Además, la decisión del gobierno estadounidense podría provocar que algunas personas se muestren reacias a participar en el conteo oficial del censo en 2020.
Así lo han constatado al Wall Street Journal tras consultar a ciudadanos del condado Jasmin Leon, donde una mujer que se ofreció a cuidar a hijos de familias indocumentados si los padres fueran deportados, cuenta que mucha gente le ha dicho que “no lo van a hacer (responder el cuestionario)”. Uno de los motivos para no contestar a estas preguntas es que “tienen miedo de que el ICE llegue”, explica Leon.
Franklin Solano, un hombre de 53 años que llegó hace décadas a Estados Unidos desde República Dominicana explica que “la pregunta molesta a mucha gente”.
Rhode Island es un estado fuertemente demócrata. Los funcionarios insisten en que sus objeciones al Censo no son políticas, sino que se centran en garantizar un recuento exacto en 2020. El estado está a punto de perder un escaño en la Cámara, y el censo determina cómo se distribuyen los escaños, por lo que para el condado es importante que todos sus ciudadanos contesten al cuestionario.